Duelo de malas conciencias

El partido entre el Celta y el Sevilla el pasado noviembre acabó con el polémico penalti anulado a Douvikas.
photo_camera El partido entre el Celta y el Sevilla el pasado noviembre acabó con el polémico penalti anulado a Douvikas.
Celta y Sevilla, programados para la mitad superior, penan esta temporada en la zona baja y calcan sus números desde su primera cita en Balaídos, hace 16 jornadas

Si se acepta el límite salarial como uno de los indicativos del puesto que debe ocupar un equipo a lo largo de una temporada, Celta y Sevilla, los dos equipos que mañana se enfrentan en el Sánchez Pizjuán, no deberían estar entre los siete equipos que, a falta de diez jornadas, pelean por evitar el descenso. Obviamente, poniendo más acento en ese grado de sorpresa en el caso del conjunto andaluz, no en vano presentaba a principio de curso el cuarto límite de gasto en jugadores de toda la Liga, sólo superado por los tres gigantes. En el caso celeste, la distancia es menor, pues en Príncipe manejaron el décimo límite en Primera.

La cuestión es que su vida ha sido paralela durante todo el curso. Allá por la décimo segunda jornada, cuando ambos equipos se midieron en Balaídos en la primera vuelta, estaban separados por 4 puntos, siendo los sevillistas décimo cuartos y los vigueses, décimo octavos -por lo tanto, en descenso-. Salieron de ese partido, que acabó en empate, con esa misma distancia. Y hoy, 16 jornadas después, se vuelven a ver con cuatro puntos entre ellos y con la nimia pero clave diferencia de que el Sevilla sigue siendo décimo cuarto, pero el Celta está décimo séptimo.

Desde el cruce de la primera vuelta, los dos conjunto calcan sus resultados: 17 puntos, con 4 victorias, 5 empates y 7 derrotas. Incluso la cifra de goles ha sido muy similar: 19 a favor y 23 en contra los de Vigo y 18 y 25 los de la capital andaluza. Eso sí, el equipo vigués con una línea más regular y el andaluz comenzando sin garra -en la jornada 17 los dos conjuntos tenían 13 puntos lo que llevó al despido de Diego Alonso- pero viviendo ahora mismo un gran momento de resultados. Que se envidia en la casa celeste, que acaba de decidir también cambiar de entrenador.

Después de todas las vicisitudes, el partido de mañana tiene los visos de momento crucial para el Sevilla. Porque una victoria lo alejaría siete puntos de los célticos a falta de nueve jornadas, pero cualquier otro resultado lo mantendría metido de lleno en la pelea por el descenso.

El penalti de Navas a Douvikas que desapareció

El partido de Celta y Sevilla el pasado 4 de noviembre vivió el cénit del enfado en Vigo con los árbitros, más en concreto con el vídeo arbitraje. Y no por la expulsión de Renato Tapia en aquel duelo, cuando el equipo celeste ganaba 1-0 y antes del empate de En-Nesyri, sino por la acción final: un penalti señalado por el árbitro de Navas sobre Douvikas que, una vez revisado, acabó por ser anulado.

El Celta venía, precisamente, de su duelo en Girona, en el que fue el árbitro de campo el que anuló un tanto a De la Torre por una presunta falta de Dotor al portero. Una acción que no fue revisada por el VAR, primando la decisión del colegiado principal, algo que no sucedió con el Sevilla.

Díaz de Mera y Hernández Hernández fueron los colegiados de aquellos dos duelos. El de mañana en el Pizjuán lo digirirá Francisco José Hernández Maeso, que se estrena este año en Primera y que nunca ha pitado al Celta. Sí al Sevilla en su victoria clave de hace cinco jornadas en Vallecas (1-2).

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