Lo urgente -e importante- no deja tiempo para lo importante -pero no tan urgente-. El Celta cerrará en cuestión de 50 días una temporada pendiente de calificación final en lo deportivo pero que ya se sabe que en lo económico ha sido de mucho gasto, por encima de lo previsto precisamente en lo que se refiere al primer equipo. Los refuerzos realizados el pasado verano, nada menos que ocho, se unen a los acometidos en enero para intentar enderezar el camino, otros tres. Y, obviamente, el relevo en el banquillo, con la salida de Rafa Benítez, también incrementa de manera importante el gasto de la primera plantilla, por definición el apartado presupuestario donde más se invierte.
En tal tesitura, la habitual necesidad de una o dos ventas cada verano se vuelve más perentoria. Y, en una lógica puramente economicista, lo suyo sería poner sobre el campo a los futbolistas que más valor se les suponga en el mercado. Pero el valor económico y el deportivo no siempre coinciden y, sobre todo en momentos puntuales de una temporada, puede ser que jugadores no tan vendibles ganen la partida a otros con más posibles.
Sea como sea, el Celta de esta temporada sí tiene en su once tipo hasta la fecha a buena parte de sus jugadores de más valía por puesto. Sucede así en los dos laterales, con Óscar Mingueza (8 millones de valor de mercado, según la web especializada transfermarkt) y Manu Sánchez (8) y en los dos centrales, con Unai Núñez (7) y Carl Starfelt (6). También se repite en el centro del campo en los casos de Fran Beltrán (6), Renato Tapia (5) y Jonathan Bamba (10). Y sucede, así mismo, en la delantera con el gran referente de la plantilla como opción de venta, Jorgen Strand Larsen (20).
Pero entre los elegidos por norma este curso para los onces iniciales también figuran tres futbolistas que no responden a esas elevadas cuantías. Primero, Luca de la Torre (3,5); segundo, Iago Aspas, al que la edad merma valor de mercado (3); y tercero, Viente Guaita (0,9), aquejado del mismo factor reductor que el moañés.
Si Claudio Giráldez se dejase llevar por este factor económico, cosa que no hará, tendría que apostar por los ocho jugadores mentados en primer lugar y añadir a Anastasios Douvikas en punta (6), a Tadeo Allende en la banda derecha del ataque (4,5) y a Iván Villar entre los tres palos (1,5). En cambio, por el momento, sienta a uno de los centrales de más valor -Unai o Starfelt- para poner a Carlos Domínguez (1,5); prefiere a Hugo Sotelo (1) en el centro del campo y a Hugo Álvarez en uno de los dos carriles (0,4); y no renuncia a dar el mando del ataque al mentado Iago Aspas y el de la portería a Guaita.
El once de más valor del Celta alcanza los 82 millones de euros: Villar; Mingueza, Unai, Starfelt, Manu; Allende, Tapia, Beltrán, Bamba; Larsen y Douvikas. Los dos elegidos por Claudio Giráldez hasta la fecha se quedan en 56 -ante el Sevilla, 26 millones menos del tope- y 64,8 -ante el Rayo, 17,2 millones menos del tope-. Una muestra de que ahora mismo lo principal no es pensar en futuras y necesarias ventas, sino salvar la categoría. Porque el descenso sí que sería un golpe terrible deportivo y económico.
