Claudio Giráldez, técnico celeste, cerró su primer partido en Balaídos en Primera con un marcador ajeno a su fútbol: 0-0. Por eso, y por cómo vio a su equipo, no podía estar contento. “La sensación es que se nos van dos puntos, que lo hemos intentado de todas las maneras, que hemos acabado acorralando al rival en su campo prácticamente los últimos veinte o veinticinco minutos y que hemos mejorado a lo largo del partido”, comentó de inicio. Aunque enseguida quiso dar al balance un barniz de optimismo. “Tenemos que ser positivos, que el equipo va dando pasos, que hemos estado mejor en situaciones de transición con respecto a la jornada pasada. Hemos hecho cuatro puntos de los seis contra dos rivales directos. Se van poniendo mimbres para que el equipo esté más estable”, apuntó.
Admitió el entrenador celeste que los primeros 45 minutos no fueron los deseados. “En el debe queda la primera parte. No entendimos bien el partido. No fuimos capaces de acelerarlo cuando tocaba y de dominarlo más desde el balón en esa situación de ellos de pares -marcaje al hombre en la presión- dejándonos libre al central del medio”, analizó. Además, valoró el trabajo realizado por el rival. “Ellos han estado bien a nivel defensivo en la primera parte. Sabíamos que en la segunda, con esa manera de defender, en cuanto bajaran la energía íbamos a tener más tiempo y más espacio. Una pena que no hayamos sido capaces de marcar y sumar tres puntos”, se lamentó.
No careció el duelo de polémica arbitral, con un par de acciones que la afición celeste reclamó. “Las expulsiones en el banquillo es por gente que se levanta. A veces, el ímpetu del banquillo es inevitable que te levantes. Es así la norma y es lo que hay”, dijo. Y sobre el resto, optó por no meterse en grandes líos: “Las acciones las vi, mi opinión me la guardo. El árbitro y el VAR están para tomar decisiones. Si la consideran así entiendo que es la correcta”.
Claudio siente que su idea va germinando en el equipo. “Es un partido especial el de hoy por todo lo que suponía, por lo que te plantea el rival. Lo dije en la previa, que iba a ser difícil tener tanta continuidad como tuvimos en Sevilla porque sabemos que el Rayo es un rival mucho más agresivo hacia adelante. Tenemos que estar contentos y tranquilos por la evolución del equipo durante el partido, porque hemos sido capaces de encontrar soluciones e ir hasta el minuto noventa y pico con la intención de ganar y de meter al rival atrás”, consideró.
Los centrales
En cuanto a la gestión de los centrales, señaló que “va a depender del partido, de la capacidad de adaptación de los centrales a esta manera de jugar. He dicho que es difícil, para un central, situaciones de conducción, de defender tan lejos de la portería… Tienen capacidad todos nuestros centrales de hacerlo. En función del partido o del estado de forma de cada uno, decidiremos por uno o por otro”. Además, desveló que ayer “la idea no era cambiar tres veces, sino que Tapia acabase ahí. Tuvo molestia y preferimos no arriesgar. Nos han aportado mucho los tres, cada uno en su momento de partido, y tenemos que verlo de esa forma".
Por último, el porriñés se felicitó por el apoyo recibido desde la grada, con más de 21.000 personas pese al horaria y a la especial semana en la que cayó el encuentro. “El ambiente ha sido brutal, nos han ayudado mucho como siempre lo hacen. Yo no tengo que ser el protagonista, sino los jugadores. El equipo y la afición están siendo uno y es lo importante. Una pena no haber podido darles la alegría final”, señaló el entrenador celeste. Para rematar con un deseo-sentencia: “Ojalá podamos tener este ambiente todos los partidos porque lo vamos a necesitar”.
