El Celta, ya nadie lo duda, ha experimentado una transformación radical tras la salida de Rafa Benítez y la llegada al banquillo de Claudio Giráldez. Un nuevo sistema, un fútbol de corte ofensivo y la apuesta por la cantera son algunas de las modificaciones introducidas por el técnico porriñés en el primer equipo celeste -todas ellas testadas anteriormente en el filial-, pero el cambio más notable se encuentra en la esencia del propio juego: el balón.
Para Benítez, lo más importante era mantener un orden táctico defensivo que permitiera resguardar el propio área y aprovechar el error del rival para recuperar el balón y salir al contragolpe. Así, el contacto de los jugadores con la pelota era el mínimo posible. Giráldez, por el contrario, entiende el fútbol a partir del objetivo que le da la mitad del nombre y su objetivo es defenderse y atacar con el balón.
Dos filosofías que se han traducido rápidamente en números. Porque, en los 28 partidos de Liga que disputó a las órdenes del preparador madrileño, el Celta sólo tuvo más posesión que su adversario en siete, la mayor parte de ellos, además, tras muchos minutos en superioridad numérica por la expulsión de un jugador rival.
Después del relevo en el banquillo, el conjunto celeste ha afrontado tres encuentros ligueros y en los tres superó a su contrincante en el dominio de la pelota: Ante el Sevilla, los vigueses firmaron un 64,7 por ciento de posesión y ganaron 1-2; frente al Rayo Vallecano, llegaron al 60,9% y empataron (0-0); y contra el Betis, alcanzaron un 53% y perdieron 2-1.
Con Benítez al frente, el Celta era el decimoquinto equipo de Primera División en esta estadística y andaba por el 45 por ciento de posesión. Con Giráldez, la posesión se ha disparado hasta casi el sesenta por ciento (59,5).
Sólo el Barcelona de Xavi Hernández, líder de la competición en el manejo de la pelota, supera a los celestes desde que el preparador porriñés se hizo con las riendas del primer equipo. El cuadro azulgrana se acerca al 65 por ciento esta temporada y, ya por detrás, se encuentran el Celta, la Unión Deportiva Las Palmas, precisamente el rival de los de Vigo el próximo sábado en Balaídos, y el Real Madrid, todos ellos con una media de 59,5 por ciento. Unas cifras que revelan el radical cambio que ha experimentado el juego celeste.
