Está dicho y redicho que el fútbol va de ganar. Obvio. Va de esto para los que ofrecen un plan reactivo, pero también para los que apuestan por un modelo propositivo. Los técnicos que quieren ser protagonistas con la pelota quieren ganar, como mínimo, tanto como los que no. Todos los estilos son válidos en la búsqueda del triunfo. Pero tras el aspecto competitivo, está el lúdico. La diversión, el entrenamiento, el regusto que permanece en el paladar cuando se presencia algo agradable. En eso, el Celta B es líder. Y en lo de ganar, también. Para que nadie tenga dudas. El Fortuna se encaramó ayer a lo alto de la tabla tras desbancar del liderato a la Cultural Leonesa en Balaídos con una victoria clara.
El magnicidio no fue de los de echar veneno en la copa a escondidas. Todo lo contrario. Como un juicio por combate. El equipo de Claudio Giráldez cargó de frente desde el minuto 1 y pasó por encima del conjunto leonés en una primera parte brillante, con un dominio casi insultante ante el que, en ese momento, era el mandamás de la Liga. Las ocasiones se fueron sucediendo y pronto Bañuz se erigió en el líder de la resitencia. Pero tratar de frenar semejante estampida era como protegerse de una tempestad con una cucharilla. Imposible. Alfon recuperó su traje de Don Quijote, cambió La Mancha por Balaídos y destruyó molinos, gigantes, la defensa de la Leonesa y cualquier cosa que se le pusiera por delante. Fue objeto de un penalti que el árbitro no indicó poco antes de inventarse un zurdazo cruzado que abría el marcador. La presión alta de Miguel Román, con robo incluido, y el pase de Hugo Álvarez ejercieron de prólogo.
La magnificencia de ese primer tiempo tuvo una mácula. Solo un gol para una diferencia mucho mayor. Eso siempre da inquietud. Más aún cuando la Cultural mejoró claramente tras el descanso. El choque se volvió más equilibrado y el Fortuna supo adaptarse a defender más atrás y contragolpear. Camaleónico. Así, en una de estas salidas, Alfon cabalgó, Alfon recortó, Alfon mató. El albaceteño, estratosférico, cerraba el partido y se iba al banquillo con una ovación tan mayúscula como su actuación.
Hacia el final, la Leonesa se fue con todo arriba. Insuficiente. Más allá de alguna duda de César en las salidas y de un gol anulado por fuera de juego a Pol, la victoria no estuvo en cuestión. Cantero y Meixús debutaron y el primer puesto se hizo carne. Qué Fortuna tener este líder.
