Cartas al director

Ence y su continuidad, una piedra en el camino del PP

Es una luz al final del túnel que pone blanco sobre negro y recuerda a los políticos que con las cosas de comer no debe jugarse. La borrachera de bonanza ya  vivida y propiciada con poco esfuerzo y menos responsabilidad para administrar para administrar sus recursos. Nos convirtió en esclavos de políticos y marionetas de sus tristes y peligrosas ocurrencias. Que nos arrastraron a este desastre económico-político que amenaza a la ciudad de Pontevedra y sus habitantes hace varios años. Hoy se acentúa por la demagogia populista de quien la adormeció con un nacionalismo dudoso y un ecologismo desfasado, ellos hicieron el milagro de convertir a Pontevedra en su escaparate ideológico, olvidándose de que también sus habitantes necesitan un trabajo para  su supervivencia en el tiempo. El PP debe resolver su credibilidad y prestigio, lo obligan hoy. 
Esta factoría enclavada en la Ría de Pontevedra fue acosada y acusada desde hace ya tiempo por tirios y troyanos, los más astutos y sagaces lograron llevarse el gato al agua que durante años otros quisieron robarle, gato y cartera. Entre ellos estaba el PP, su estrategia fue un verdadero desastre, llegando incluso a que alguno de sus lideres encabezaran multitudinarias manifestaciones para su retirada o traslado, todo por definir. A sabiendas de que estudios sobre la materia lo hacían envidiable por su coste. El que nadie quiso valorar en tiempo y forma, sólo lo hizo el sentido común y la crisis económica que viviemos y afecta directamente a Pontevedra y sus habitantes, ello abrió los ojos, mente y conciencia de muchísima gente, entre ellos el actual candidato del PP a la alcaldía, el Sr. Jacobo Moreira, a quien felicito por su valentía y desmarque oportuno y que mucho ayudará  al retorno de muchos votantes del PP, al pedir públicamente y sin rodeos la continuidad de dicha planta por ser vital para Pontevedra y su desarrollo económico social.
Esto refleja la situación actual del PP qeu reclama cambios en el sentido común, sinceridad y honestidad para enfrentar lso retos del futuro, las inversiones para crear empleo requieren unas garantías y leyes claras y compatibles con el desarrollo industrial globalizado, tal vez esté aquí la clave del porqué la mayoría del pueblo español nos votó ayer y hoy son muchos los decepcionados y preocupados por su futuro.  A ello contribuyeron los zigzagueos contínuos ofrecidos por el PP y crearon esta incertidumbre peligrosa que hoy ya trata de corregir el sr.  Moreira, a sabiendas de que de ello depende la credibilidad o el desprestigio del PP. Ello lo obliga a la recuperación inmediata de aquellos cabreados que hoy permanecen descontentos y alejados temporalmente.
Y parece ser que por fin el PP de Galicia dio un paso al frente y en la buena dirección, acompañando a Jacobo Moreira en su cruzada recuperadora, alejada de demagógicas convicciones exhibidas durante años con nocturnidad y alevosía, alejándose de la realidad y las cosas  de comer. Atrás deben de quedar complicidades acomodadizas y cobardías subyugantes que sólo trajeron desilusión y enfado en nuestros votantes, que obligados  estamos a recuperar, invitándolos a  esta cruzada recuperadora  y donde el sentido común y l aconciencia sean los objetivos y metas a conseguir para salvar a ENCE y que siga en Lourizán. Las razones son obias y las necesidades compartidas entre otros con Marín y su desarrollo económico y portuario que dependen en el 60% de dicha planta.
No es hora de reproches ocasionales, sí de ver al futuro con optimismo y racionalidad, tal vez ello nos permita la reconciliación que necesita el PP y la loimpieza org´naica que piden a gritos hoy nuestros votantes, alejados por las incongruencias y desbarajustes ocasionados por quienes faltos de ideología afín y valores morales y éticos se aliaron con el adversario y juntos avalaron sus desbarres, traiciones e incoherencias. Descubrirlos y apartarlos del PP es hoy una imperiosa y urgente prioridad.
Insistir con los errores y provocaciones sólo acrecentará los mismos y los convertirá en tragedia inmanejable para la sociedad. Rafael Arráiz Lucas, en su "Venezuela en terapia intensiva". Y extrapolable a la España actual.