Cartas al director

aguas turbulentas

 Se les ha olvidado aliviar, desde las falsas presas que construye el poder político, la presión que ejercen las promesas incumplidas por la mayoría de formaciones políticas; que cuatro años antes, andaban disfrazadas de falsas verdades. 
¿De qué vale, en vísperas electorales, llenar los embalses (ya secos y vacíos) de falsas aguas cristalinas, a sabiendas de que, cuando se necesiten abrir las compuertas de la imperiosa necesidad del pueblo, salgan turbulentas y no potables? 
A los políticos se les compara, cada vez más, con esas imágenes de terrenos áridos y desérticos que, cada cierto tiempo, reciben aguas torrenciales que son absorbidas, sin efecto alguno, por ir a dar en terrenos yermos, abonados por su propia mentira.