Ash Santos probó ayer en la sala Apo´strophe la instalación con la que participará en unos meses en una exposición colectiva de la galería Think Tank de la ciudad norteamericana
La música y la cultura del automóvil es el ‘leit motiv’ de “The LA Track”, la instalación que Ash Santos montó ayer en la galería Apo´strophe. Se trata de la primera prueba antes de trasladarla a Think Tank, una sala de arte de Los Ángeles, en donde participará en una exposición colectiva. La propuesta del artista vigués fue aceptada por la dirección de galerista al encajar en un montaje global que están preparando: “No vale cualquier cosa para esta ciudad que es la meca del espectáculo”, reconoce el autor.
Con materiales reciclados, envases y cartones, que se acercan a las expresiones marginales de las estéticas DIY, construyó un circuito de radiocontrol. A través de pequeños micros de contacto consigue captar y amplificar el ruido de la fricción entre los componentes, aislando el sonido ambiente.
Con pedales de guitarra, se musicaliza, conviertiendo el ruido en melodía. La tecnología analógica que hay detrás contrasta con los elementos reutilizados. Ash tenía ayer dos objetivos claros: “Probar cómo funciona y cómo reacciona el público, ya que la implicación del espectador debe ser directa para poner en marcha la instalación”. El experimento despertó curiosidad y perplejidad entre los visitantes. Para la pieza final, el vigués está en contacto con el artista gráfico Teddy Kelly para cerrar una posible colaboración. El álter ego de Ash Santos es Alberto Santos, un profesor de plástica en Educación Secundaria en el colegio vigués Divino Salvador. Tiene 29 años y en su trayectoria artística destaca el mural del parque Cela, incluido en el programa municipal de decoración de medianeras “Vigo, una ciudad de color” y la performance “Guitar paintings”, en la que el trazo lo guía las vibraciones de la guitarra.n
