ANTONIO GIRÁLDEZ Miembro de la comunidad verniana viguesa

“Vigo tiene méritos más que suficientes para entrar en la ruta verniana internacional”

Antonio Giráldez, ayer en la ponencia sobre Verne.
photo_camera Antonio Giráldez, ayer en la ponencia sobre Verne.

 Integrante de la comunidad verniana en Vigo, el historiador Antonio Giráldez fue invitado ayer por el Club Gamboa para abordar el vínculo entre el escritor francés y la ciudad.

 Giráldez estudio las estancias de Verne en Vigo durante los dos viajes que realizó en 1878 y 1884. Antes de su ponencia explicó a Atlántico la importancia de poner en valor esos lazos del escritor con la ciudad.


Titula su ponencia “Jules Verne y Vigo”, ¿hasta que punto es importante este vínculo?
Esta conferencia es una excusa más para reivindicar la presencia de Verne en Vigo. 


¿Y cómo era Verne?
El escritor francés hizo soñar a distintas generaciones con sus novelas, pero no se trataba de un visionario o de un profeta, sino que fue capaz de novelar la ciencia, de enseñar de forma sencilla los nuevos descubrimientos. Es una persona bien informada, hijo de una época con constantes avances científicos que reflejaba en sus historias. Cuando presenta submarinos con tracción eléctrica, no es mera especulación, tenía detrás una importante investigación. Introducía estos datos con un toque de aventuras para que resultasen atractivos.


¿Qué supuso que apareciese la Ría de Vigo en su novela?
“Veinte mil leguas de viaje submarino” fue la novela más popular de uno de los escritores más leídos. Verne se convirtió en el mejor concejal de Turismo de la ciudad. Para que Nemo accediese a la caja de caudales de Rande, tuvo que explicar en su novela la Batalla de Rande, con lo que situó a Vigo en el mapa. Esto fue un anticipo de sus dos visitas a la ciudad, que serían posteriores. Cuando llegó fue como conocer los escenarios soñados.


¿Cómo afectó su estancia a la vida local?
Ya entonces era un escritor reconocido a nivel internacional y fue recibido a lo grande. Las dos asociaciones recreativas, el Casino y La Tertulia, se lo disputaban. Su primera visita coincidió con la Reconquista y con el Cristo de la Victoria, que entonces se celebraba el primer domingo de junio. Fue el invitado especial.


¿De estos episodios queda algo por salir a la luz?
Tenemos la suerte que Piero Góndolo della Riva le dejó los diarios de Verne a Eduardo Rolland para su estudio y tenemos la carta que publiqué de su compañero de navegación Raoul Duval donde ya cuenta sus impresiones. Lo que importa ahora es darle mayor importancia a este vínculo Vigo-Verne, explotarlo con una dimensión internacional. Vigo tiene méritos más que suficiente para entrar en la ruta verniana.
Parece que no se sacó mucho partido a esta relación hasta este año, en que se conmemora el 150 aniversario de la primera edición de “Veinte mil leguas de viaje submarino” y de los 140 años de la primera visita del autor.
Desde la comunidad verniana queremos ahondar en este vínculo y una buena manera de mantener la relación sería con un hermanamiento con Nantes, ciudad natal de Verne. Hay que aprovechar estas efemérides para recordarla esa relación con Vigo y reivindicarla. Desde el Instituto de Estudios Vigueses compartimos la pasión por Vigo con la de Verne.

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