La familia de Manuel Lorenzo lo despedía para siempre el pasado martes después de una vida plagada de historias que contar.
Se fue así el decano de Vigo, que el pasado octubre había alcanzado los 105 años con una mente activa e inquieta, "hace poco repasábamos la tabla de multiplicar y sin problema, como siempre, tenía una mente privilegiada", recuerda su hijo José.
Manuel Lorenzo había nacido en Cotobade el 27 de octubre de 1910, vivió en primera persona la Guerra Civil, donde combatió dos años. Emigró a América y en Brasil conoció a su padre a los 40 años. Enviudó y volvió a casarse y hace trece años murió su segunda mujer.
Carpintero de profesión, tras jubilarse regresó a Louredo, pero hace quince años sus hijos lo trajeron a Vigo para poder cuidarlo. "Era un hombre reservado, no era mucho de fiestas, pero muy retranqueiro", explica José, quien señala que por tres meses no pudo cumplir los 106 años.
Toda su familia recordará ahora la foto que se hicieron con Manuel en su 105 aniversario en compañía de sus dos hijos, cinco nietos y seis bisnietos, que no quisieron perderse una conmemoración tan especial. n
