La ciudad pone en el mercado sólo el tres por ciento de pisos que hace diez años y la mitad que en 2012
n n n La crisis sin fin, pese a los leves síntomas de recuperación de 2014. Los datos del Ministerio de Fomento no dejan lugar a la duda: la construcción está muy lejos de recuperarse y pensar en las cifras de hace diez años es pura utopía. En 2013, el último ejercicio completo y por tanto ya dentro de la estadística, se ha vuelto a dar marcha atrás con un descenso de casi el 50 por ciento sobre el año anterior: sólo se pusieron en el mercado en Vigo 85 viviendas de nueva planta por 179 en 2012. Una cifra ridícula comparada justo con una década atrás, cuando se alcanzó el máximo al rozar las 3.000.
Fue el auténtico “boom” del ladrillo en Vigo, curiosamente, antes de la aprobación del Plan General en vigor (de 2008), lo que en teoría hacía más difícil el desarrollo urbanístico. Pero había financiación y, como explicaba el economista y presidente del Círculo de Economía de Barcelona, el vigués Antón Costas, “se daban todas las condiciones para que el sector inmobiliario creciera como lo hizo”. Nunca antes se llegó tan arriba y es casi imposible que a medio plazo se pueda siquiera rozar aquellas magnitudes. Los promotores inmobiliarios, una entidad pujante que ha ido reduciéndose, mantiene que mientras no haya financiación a través de las entidades crediticias para iniciar las promociones no hay nada que hacer. Ni para los empresarios ni para los compradores interesados, pese a que hay al menos una mejor actitud, como indicó hace unos días el presidente de Aproin, Javier Garrido.
Pero lo llamativo es que la ciudad viguesa, pese a ser la mayor de Galicia, no marcó los topes en dicha materia. Ni lo hace ahora. A Coruña llegó en 2002 a poner en el merado 3.437 viviendas de nueva planta, récord absoluto y en los años anteriores y posteriores siempre estuvo por encima de Vigo en cuanto a “producción” inmobiliaria, lo que se entiende mal teniendo en cuenta que la capital herculina tiene 50.000 habitantes menos y que no ha crecido en absoluto durante este siglo. Pero el dato está ahí. De hecho, en 2013 A Coruña fue de nuevo el municipio gallego con mayor promoción, con casi 300 (293) casas construidas, frente a tan sólo 85 de Vigo. Es decir, el triple.
Llama la atención que la rehabilitación de edificios también ha caído de forma muy importante. Parecía que iba a ser una fórmula adecuada para mantener parte del negocio del “ladrillo” y al mismo tiempo recuperar viejos inmuebles del centro urbano. Pero no ha sido así en absoluto. Es cierto que hubo cierto auge pero en los mejores años -2010- tan sólo se llegó a 68 bloques. Desde entonces ha ido a menos: 57 en 2011; 47 en 2012 y finalmente 42 en 2013, con apenas nueve viviendas puestas a disposición de los interesados. Poco más que nada, mientras proliferan bloques enteros en el centro de Vigo sin vecinos ni actividad, sobre todo en Colón y Urzaiz. n
