Los termómetros, en otro día de alerta naranja, subieron hasta los 37 grados, la misma máxima de ayer de la capital hispalense
Cuesta recordar un verano en el que Vigo destaque en el mapa meteorológico entre los municipios con las temperaturas más altas de la península. Tras haber superado el domingo los registros del año, con 35,8 grados y activarse la alerta naranja, de riesgo moderado-alto compartida con Ourense y Badajoz, ayer la ciudad volvió a batir un nuevo record.
Mientras el mercurio bajaba ligeramente en los municipios que el domingo llegaron al top de calor, como Pontevedra, Ourense, Mondariz, Redondela o Tui, en Vigo seguía subiendo hasta alcanzar los 37 grados, máxima absoluta, curiosamente situándose a la par con Sevilla.
El protocolo de emergencias se puso en marcha preparado para actuar por posibles incidencias relacionadas con el exceso de calor. El domingo, las ambulancias, incluso una medicalizada, tuvieron que intervenir por varias indisposiciones en la procesión del Cristo. Ayer, la Policía Local de Vigo confirmó que no se registraron incidencias notables, si bien durante toda la jornada se mantuvo los avisos en los arenales advirtiendo a los bañistas de la alerta naranja y aconsejando tomar precauciones al respecto, entre ellas evitar el sol en las horas más críticas, sobre las tres de la tarde. Además de la alerta naranja se activó el aviso de riesgo máximo de incendios debido a la sequía que se prolonga desde hace casi cuarenta días a excepción de dos jornadas en julio en las que apenas se acumularon dos litros por metro cuadrado.
La noche también volvió a ser noticia. Vigo fue el cuarto municipio de Galicia con la mínima más alta, otra noche tropical en la que los termómetros superaron los 23 grados de temperatura.
Las previsiones de Meteogalicia apuntan a un descenso de temperaturas a partir de hoy, de casi diez grados, con una máxima de 28. Seguirá haciendo calor, pero soportable.
Desesperada lucha contra el calor
Playa, sombra, mar, ducha...Cualquier opción para soportar la jornada de ayer, incluso el aire acondicionado, fue válida. Los vigueses pasaron el día cerca de los arenales y rodeados de agua, para beber o mojarse.
