Reclaman la reposición de todos los desperfectos en la ampliación de la autopista
nnn Vecinos de Chapela salieron ayer de nuevo a la calle para protestar por el curso de las obras de ampliación de la Autopista del Atlántico AP-9 entre Teis y O Morrazo con un carril por sentido. Según explicaba ayer la comisión de afectados, la prioridad pasa por conseguir de Audasa, la empresa concesionaria, la reposición de desperfectos en la zona de donde se amplía la AP-9. “Nos tememos que estén finalizando la obra en este punto y que nos dejen así, estamos presionando con una reunión con la subdelegada del Gobierno y alguien de Fomento para que firme el compromiso”, explicaban ayer tras la protesta realizada en las calles de Chapela, desde la iglesia hasta la rotonda de acceso a la autopista. Según la información de la que disponen los vecinos, la UTE Rande terminará la parte de Chapela como mínimo medio año después de los prometido, pero no del todo porque aún falta demoler el actual colegio y construir el nuevo.
En cuanto al puente de Rande, creen que estará mucho más tarde, desde luego en ningún caso en la fecha ahora comprometida, finales de agosto. “No vemos cuándo van a terminar las obras”, sentenciaban ayer. En teoría, tendría que estar todo listo el 31 de agosto, pero a la vista de cómo avanza resulta poco probable. En el Concello de Redondela tampoco hay confianza en los plazos, aunque el Ministerio de Fomento sólo trabaja con dicha fecha dada por Audasa.
Con respecto al nuevo colegio que tiene que construir Fomento, en principio el inicio de los trabajos sólo está pendiente de una documentación, pero nunca podrá abrir antes de 2019, y mientras tanto los niños seguirán en el mismo sitio.
Los afectados insisten en que no permitirán que Audasa abra el carril –el tercero, nuevo- en ese punto hasta que no esté terminado el nuevo centro escolar. “La dirección de Audasa nos dijo que está intentando abrirlo, quieren hacer un muro pero eso a lo mejor les lleva a abrir el carril y no queremos pantallas ni nada, sino que cumplan y cuando esté el nuevo colegio tiren el edificio”, zanjó el portavoz vecinal.
En cuanto a los ruidos, otro asunto clave motivo de quejas, señalaron que siguen sufriendo con maquinaria más pesada, y advirtieron de que los problemas no cejan y ahora se han encontrado con dos edificios en peligro por la aparición de minas de agua, por lo que reclaman su expropiación. n
