El personal administrativo, aunque minoritario, resultará probablemente clave en las elecciones universitarias de lunes
La Universidad de Vigo elegirá el lunes al sexto rector de su historia tras agotar Salustiano Mato el plazo máximo de dos mnadatos. Serán las primeras elecciones de la institución viguesa en ocho años: en las anteriores sólo hubo un candidato, el propio Mato, reelegido sin competencia. En esta ocasión todo parece muy igualado, después de una larga campaña y tres debates cara a cara, todos de guante blanco, en Vigo, Ourense y Pontevedra. Optan al cargo el catedrático de Fisiología Vegetal Manuel Reigosa, quien encabeza el considerado como grupo opositor a Mato, y el director del Campus del Mar, Emilio Fernández Suárez, que niega liderar una iniciativa continuista, como tampoco "de oposición a nadie". Fernández cuenta con el respaldo expreso de tres de los cinco antiguos rectores.
Las principales propuestas de Reigosa son una rebaja en la aplicación del llamado "decreto Wert" con 280 horas para el primer año de mandato y con el camino hacia las 240 recomendables, y garantías de que se seguirá premiando la investigación y la recuperación íntegra de las pagas extras retenidas al PAS. Ahí puede estar la clave.
Fernández Suárez lanza un plan de agilización y simplificación administrativa, una política de profesorado estable y un plan integral de mejora de la docencia, con un impulso de los estudios de posgrado, así como la implantación de planes de acción en materia de igualdad de género y de atención a colectivos vulnerables.
Están llamados a las urnas más de 1.600 profesores, casi 18.000 alumnos y 770 miembros del personal de administración y servicios (PAS). El voto es ponderado, de modo que corresponderá un 51% al profesorado doctor permanente; un 9% al resto de personal docente e investigador; un 30 % al alumnado; y un 10% al PAS.
