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Tráfico inunda de radares las vías de Vigo y provincia: ya hay 47 activos

Uno de los radares fijos del área metropolitana, en concreto en la autovía A-55 Vigo-Porriño.
photo_camera Uno de los radares fijos del área metropolitana, en concreto en la autovía A-55 Vigo-Porriño.

La DGT señaliza los dispositivos móviles de control de velocidad en 30 carreteras nacionales y provinciales

 Las carreteras de Vigo y la provincia de Pontevedra se han convertido en una auténtica maraña de radares sumando a partir de ahora 47 entre los fijos -17, casi todos en autovías y autopistas- y los móviles, otros 30, señalizados por la Dirección General de Tráfico, la mayoría en vías convencionales de doble dirección, prácticamente en todas las importantes. 
La DGT, como ya había informado este diario, decidió volcarse en las carreteras nacionales y provinciales tras detectar que suman el 80% de los accidentes. En el área de Vigo hay seis fijos en la A-55, desde la avenida de Madrid hasta cerca de Porriño, y otros tres en la AP-9, en Rande y en el vial de acceso al centro urbano. Hay también en la A-52 y en el Corredor del Morrazo, en Domaio, cerca del enlace con Rande, conformando una tupida red de control de velocidad. En cuanto a las carreteras el despliegue de los radares móviles es público, ya que la DGT ha decidido informar en su página web a los conductores.
En las nacionales destaca la proliferación de controles en la 550, muy transitada y peligrosa entre Porriño y Pontevedra, donde hay tres unidades patrullando de forma insistente. Es una de las zonas de más vigilancia de toda la red de la provincia. Además de los radares fijos situados en los kilómetro 90 y en el 146, la Guardia Civil vigila con dispositivos móviles otros cuatro tramos, de unos siete kilómetros cada uno en ambos sentidos.
En la Nacional 120, entre los kilómetros 630 y 651, en el tramo que conecta Porriño con Ponteareas -otra vía de fuerte accidentalidad- hay un control permanente y otro más móvil. El resto de carreteras prácticamente cuentan con al menos un radar: todas las nacionales de la provincia y la práctica totalidad de las provinciales disponen de  un dispositivo de la DGT que los agentes van moviendo en función de la siniestralidad y otras circunstancias.  
En total son más de 180 kilómetros de carretera convencional de especial riesgo por su elevada siniestralidad relacionada en un porcentaje muy elevado de casos con el exceso de velocidad. n
 

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