FERNANDO GONZÁLEZ LAXE Presidente de la Xunta en 1989, cuando se creó la Universidad de Vigo

"Yo tomé la decisión de crear la Universidad de Vigo"

Fernando González Laxe, en una charla en Vigo sobre puertos.
photo_camera Fernando González Laxe, en una charla en Vigo sobre puertos.

"Galicia no tiene una sola capital, sino varios polos y nodos económicos, así lo veo"

nnn Fernando González Laxe es el creador de la Universidad de Vigo, decisión que -afirma- tomó personalmente siendo presidente de la Xunta en el breve período entre 1987 y 1989. Fue en sus últimos meses al frente de un equipo formado por el PSOE con otros dos grupos de corte galleguista que desaparecieron. 25 años después, está convencido de que hizo lo correcto pero reclama una especialización de los campus universitarios para que no compitan entre ellos. Además de presidir el Gobierno gallego entre 1987 y 1989 fue titular de Puertos del Estado, durante la segunda legislatura de Zapatero. Continúa siendo docente en la Universidad  de A Coruña, ciudad donde reside.

¿Crear la Universidad de Vigo le supuso a usted tomar una decisión difícil por cuanto significaba acabar con la universidad única de Santiago?
En primer lugar, no estaba en ningún programa así que fue una decisión del Gobierno gallego que yo presidía porque pensábamos que la educación era elemento definitivo de un país y teníamos la experiencia de la Universidad Complutense en Madrid, que ya contaba con 90.000 alumnos, y que era ingobernable. En Galicia teníamos unas cifras similares en el sistema. Así se decidió acerca la universidad a la población, a los dos polos de Vigo y Coruña, y por eso lo hicimos. Estaba vinculada a políticas territoriales de sanidad y transporte, pensábamos en aquel momento que Galicia era un conjunto de nodos económicos y que no existe una sola capital sino varias y ahí queda su esencia. 

¿Tuvo que soportar entonces mucha oposición a su propuesta?
Sí, una parte del Partido Popular estaba en contra, y el BNG también estaba en contra pero afortunadamente la discusión en el Parlamento gallego dio una aprobación por unanimidad. Pero no había gran apoyo al principio y la Universidad de Santiago era reticente. Pero la unanimidad final fue algo muy bueno, como también la aprobación de la ley de ciencia.
¿Entonces, Por qué  toma la decisión? ¿Qué fue lo que le impulsó a ir adelante?
La tomé yo, en primera persona. Y lo hice porque procedo de la universidad y sé muy bien lo que pasaba en Vigo y Coruña, que tenían  colegios universitarios que no tenían salida pero  sí tenían como universidades propias. Fue una decisión personal, así que me tocan críticas y alabanzas, una decisión propia, porque incluso en mi Gobierno muchos no estaban de acuerdo.

A menudo se cree que la Universidad de Coruña se creó porque se puso en marcha  la de Vigo. ¿Fue así, una especie de dos por uno?
No, en absoluto, fueron las dos al mismo tiempo desde el principio.  Lo que sí puedo reconocer es que en el proyecto de ley que llevamos al Parlamento de Galicia no me entreví a llamarlas universidades de Coruña y Vigo, sino norte y sur de Galicia, siguiendo el modelo de la universidad de California sur. La idea era no crear localismos, sino lo contrario. Pero  en el debate parlamentario la lógica se acabó imponiendo (fue una iniciativa de Camilo Nogueira, entonces diputado de la desaparecida Esquerda Galega).  

¿Fraga la hubiera creado?
 No, me dijo en el intercambio de toma de poderes que estaba en contra pero que una vez creada iba a apoyarlas, no iba a dar marcha atrás. 
¿Qué le parece cuál ha sido resultado después de 25 años?  ¿Qué le gusta y que no después de un cuarto de siglo de funcionamiento? ¿Está satisfecho?
Desde luego, fue positivo. Lo negativo, o más bien lo mejorable,  es no pelearse por duplicar títulos. Tenemos unos equipos rectorales obsesionados en replicar titulaciones, y si uno tiene un grado, el otro también lo quiere. Los campus y las ciudades son distintos y deberían especializarse, diferenciarse. No todos tienen que tener una facultad de Derecho, otra de Económicas o Medicina en Santiago, Vigo y Coruña. Cada  campus debe tener su propia especialidad. Es lógico que la Escuela de Ingeniería de Telecomunicaciones o las ingenierías Industriales deben estar en Vigo y que la  industria textil se sitúe en A Coruña. En definitiva, son cosas obvias.

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