El tráfico de Ría y un partido de rugby fueron suspendidos y se desvió a Santiago un vuelo entre Madrid y Vigo
La fuerte borrasca que ayer azotó a Vigo y que activó la alerta amarilla en la costa provocó 55 incidencias en el casco urbano en poco menos de cuatro horas, según informó la Policía Local.
La lluvia comenzó a caer sobre las dos de la tarde haciéndose especialmente intensa a partir de las tres y media, por lo que en apenas dos horas se recogieron 14,7 litros por metro cuadrado. Junto al aguacero, que remitió a partir de las siete para regresar a las nueve de la tarde, el principal protagonista fue el viento, con rachas máximas de hasta 98 kilómetros por hora a las cinco de la tarde.
Las malas condiciones en el mar obligaron a cerrar el tráfico de Ría ya por la mañana, mientras que por la tarde la intensa lluvia cancelaba un partido de rugby en el campus Lagoas-Marcosende correspondiente a la división de honor. En diez minutos, el campo se hizo impracticable y apenas había visibilidad. Asimismo, el fuerte viento obligó a desviar a Santiago un vuelo procedente de Madrid.
En el casco urbano, bomberos y Policía Local aseguraron estar desbordados durante toda la tarde. La mayoría de incidencias, hasta 32 tuvieron que ver con contenedores desplazados que ocupaban las vías.
Siete de las intervenciones tuvieron que ver con árboles caídos mientras que se registraron seis accidentes de tráfico con daños materiales provocados por objetos que literalmente salían despedidos por la fuerza del viento y uno más en el que un motorista resultó herido al impactarle un contenedor en Coruxo.
Además se produjeron nueve desprendimientos por toda la ciudad, desde cables, fachadas, carteles, hasta tulipas de farolas, lo que obligó a los bomberos a desplazarse a multitud de puntos de la ciudad, Por último, se registraron dos inundaciones sin para el tráfico en el túnel de acceso a la AP-9 y en el de la A-55. Asimismo, la calle Olímpicos fue cortada ante el riesgo de inundación. La alerta naranja seguirá hoy.n
