Después de faenar durante años en aguas del Gran Sol y tras pasar años en el olvido, el arrastrero Bernardo Alfageme (1944) se puede contemplar desde el sábado por la noche varado en la rotonda de Coia, donde se retiraron las vallas de obra y donde luce la dedicatoria “Á xente do mar”. Termina así su periplo del mar a tierra y su presencia dará nombre con toda seguridad a la rotonda que hasta ahora se conocía por el nombre de un centro comercial de la zona.
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30/mar./15 - 11:39
Actualizado:
02/abr./15 - 13:32
02/abr./15 - 13:32
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