La medida se utiliza de forma aleatoria en barcos y camiones para garantizar la lonja
La Autoridad Portuaria ha comenzado a realizar esta misma semana controles aleatorios en la primera venta en O Berbés tanto en camiones como en barcos de cara a mejorar la calidad de la primera lonja de Europa, "que también debe ser la más transparente de la UE", explicó el presidente de la institución, Enrique López Veiga, tras el consejo de administración. López Veiga señalo que el mercado central pesquero de la ciudad se convertirá en "ejemplo" en el continente. En concreto, se trata de un sistema por el que los policías portuarios inspeccionan un barco o un camión al día para comprobar que la carga de su interior coincide con lo anunciado. Hay un 10 por ciento de diferencia en el peso que se estima válido porque puede afectar el hielo y otros extremos. Aunque no lo dijo, la nueva medida que llega tras lo ocurrido en O Berbés, con una operación puesta en marcha por la Guardia Civil que afectó a agentes portuarios y a personal de la Cooperativa de Armadores relacionada con los "chivatazos" para avisar de las inspecciones. El asunto avanza en los juzgados.
"Hay cosas que no se pueden volver a repetir y a buen entendedor pocas palabras bastan. Quien crea que voy a aflojar la mano está equivocado. Ese no es el camino", dijo. Insistió en varias ocasiones que el nuevo sistema de control había sido mal recibido -por parte del sector pesquero , que no citó de forma expresa- "cuando tenía que ser el más interesado en la transparencia" y en que no habría marcha atrás en el camino tomado. También reconoció en que hasta el momento se habían anotado escasas irregularidades y que se había dejado atrás el tiempo donde se anotaba "a mano". "En la nueva lonja no va a haber papel", sentenció.
Por otra parte, presentó Enrique López Veiga los resultados definitivos de la explotación en 2017, que habrían ascendido a 2,193 millones de euros de beneficios, algo más de lo anunciado previamente. También indicó que el puerto ya no tiene espacio libre y que las empresas tendrán que instalarse en la Plisan, el Puerto Seco, situado a 35 kilómetros, en Salvaterra, comunicado con autovía. La comercialización de los miles de metros se iniciará en 2019.
