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El portero acusado de lesiones solo "quería ayudar" al joven

Los tres porteros de discoteca, sentados ayer en el banquillo de los acusados.
photo_camera Los tres porteros de discoteca, sentados ayer en el banquillo de los acusados.

La acusación particular sentó en el banquillo a otros dos trabajadores de la discoteca

La Audiencia en Vigo celebró ayer el juicio contra P.A.D., portero de una discoteca acusado de un presunto delito de lesiones al agredir a un cliente a la salida del establecimiento. Junto a él, en el banquillo también se sentaron dos de sus compañeros, M.M.P.R.y P.D., señalados como partícipes del delito por parte de la acusación particular. La Fiscalía solo vio indicios de culpabilidad en el primero de ellos -fue el único identificado por la policía local en el momento-, para el que mantienen la pena inicialmente solicitada: una multa de 300 euros, excluyendo así a los otros dos acusados. Por su parte, la acusación particular mantiene que los tres porteros son responsables de un delito de lesiones con el agravante de abuso de superioridad, pidiéndoles 4 años y 8 meses de prisión y una indemnización de 15.000 euros para el demandante y 250 para su expareja.
El acusado por el Ministerio Fiscal, P.A.D aseguró que en ningún momento golpeó al chico ya que ''solamente le negamos la entrada por el estado de su novia porque no venía bien. Estamos en este juicio solo por haberle ayudado''. Los hechos ocurrieron en marzo de 2014 en una discoteca de la calle Paraguay. El demandante, O.D.G., y su por entonces pareja, S.T., acudieron al local tras una cena y los porteros les negaron la entrada porque "ella no venía bien". El demandante apuntó que se marchó molesto "porque es mentira que ella estuviese mal, no bebe y yo solo me había tomado dos copas antes de querer entrar". Tras una discusión con otro cliente, éste le propinó un golpe en el pómulo. Acto seguido, uno de los acusados, P.D. fue quien "me dio un puñetazo en la nariz, empecé a sangrar y luego vinieron los otros dos acusados".
Su expareja aseguró que antes de que O.D. G. perdiese el conocimiento por los "puñeatazos y patadas", intentó separarles, llevándose una patada en la cabeza por parte de P.A.D., a pesar de que el informe médico aportado "no recoge estas contusiones", reconoció la fiscal.
Los acusados M.M.P.R. y P.D. se desvincularon de los hechos, recordando que "en esa hora todavía no habíamos llegado a la discoteca porque a primera hora trabajábamos en otra". Antes de celebrarse el juicio, la acusación particular pidió la suspensión del juicio por la falta de un testigo, pero los magistrados denegaron esta solicitud, quedando visto para sentencia. 

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