Esta práctica se reavivó este verano en las principales zonas de copas del Casco Vello vigués
La Policía Local intensificó en la madrugada de ayer los controles e identificaciones antibotellón en las principales calles del Casco Vello. Estos operativos se llevan a cabo después de que este verano se registrase un repunte del botellón después de un invierno en el que parecía haber perdido fuerza. Las peleas y tumultos vividos en calles como Teófilo Llorente y las quejas de vecinos y comerciantes parecen haber reactivado estas medidas disuasorias en una zona en la que rige desde hace cinco años una ordenanza municipal de convivencia ciudadana que impide el consumo de bebidas en la vía pública.
Durante la última madrugada, varias patrullas de la Policía Local procedieron a llevar a cabo identificaciones a personas que se encontraban en la vía pública practicando botellón. El resultado fueron 13 identificados, cuyos datos serán enviados a la Subdelegación del Gobierno en Pontevedra, encargada de imponer las sanciones que correspondan en cada caso.
El botellón había aumentado de forma alarmante en los últimos meses en calles como Teófilo Llorente, donde durante los días 7 y 9 de este mes se registraron grandes concentraciones de jóvenes. Uno de los momentos más complicados se vivieron precisamente la madrugada del viernes 8 de agosto, cuando una ambulancia escoltada por patrullas de la Policía Local fueron recibidas con el lanzamiento de objetos cuando se dirigían a atender a un joven inconsciente con intoxicación etílica. Además, también se produjeron varias peleas multitudinarias entre grupos de jóvenes que se encontraban en esta zona del Casco Vello. El pasado jueves otra situación complicada se vivía en las inmediaciones del Club Marítimo de Canido, donde una concentración de jóvenes terminó con varios contusionados y dos detenidos por agresión y atentado a la autoridad tras enfrentarse a los agentes. n
