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La Policía Local lleva al año 6.000 casos medioambientales

Los agentes de la UMIR revisando un posible relleno con escombros detectado en la parroquia de Zamáns.
photo_camera Los agentes de la UMIR revisando un posible relleno con escombros detectado en la parroquia de Zamáns.

La Unidad especializada en este área tuvo 380 intervenciones relacionadas con nidos de avispa asiática y 26 con vertidos, llegando a retirar 54 cadáveres de animales de la calle

nnn Patrulla las doce parroquias rurales de Vigo y vigila los ríos, montes del municipio además de capturar los animales salvajes o de especies exóticas que son encontrados por los ciudadanos. Es la Unidad Medioambiental de Intervención Rural (Umir) de la Policía Local que el año pasado llevó a cabo casi seis mil intervenciones.  Las más frecuentes de estas intervenciones fueron las causas administrativas, con 1.841 casos; seguidas de las actuaciones medioambientales con 1.260 incidentes y las campañas llevadas a cabo por las parroquias del rural con 798 a lo largo de todo el año pasado.
Los casos más habituales de estos defensores del medio ambiente son los relacionados con vertidos, incendios y rescate de animales. La seguridad en las parroquias es también otra de sus funciones, siendo la de Cabral, Candeán, Bembrive, Lavadores, Teis y Sampaio las que más veces requirieron su presencia. En la oficina que la Umir tiene en la Jefatura de la Policía Local los agentes programan el trabajo del día. Van hasta la parroquia de Zamáns. Allí lo que en un principio debería ser una estación revalorizadora de residuos –el lugar en el que las empresas echan los escombros tras pedir la correspondiente licencia- se ha convertido en un relleno en toda regla. El aviso de un vecino alertó sobre lo que estaba pasando en las inmediaciones de la feria de San Cosme “y ahora tenemos que comprobarlo”.
Uno de los grandes dolores de cabeza de esta unidad ha sido la avispa velutina, que les originó sólo el año pasado 380 intervenciones. Su labor consiste en determinar la urgencia de la retirada del nido e identificar el lugar en el que se encuentra, alertando seguidamente a los bomberos o a la Xunta para su retirada. 
Los vertidos es otra de sus ocupaciones habituales. El año pasado fueron 26, cuatro más que en 2016. Uno de los puntos calientes es el Lagares. Una de las mayores dificultades, según explican, es encontrar el lugar en el que se originó el vertido,  lo que en más de una ocasión les ha obligado a seguir durante días el vertido a través de toda la red de alcantarillas hasta llegar al punto de origen.  Pese a todo, reconocen que “está mucho mejor de lo que estaba. 
La limpieza que se hizo en el cauce fue muy positiva en este sentido”, comenta Javier Pitillas, responsable de la unidad. En la actualidad los vertidos suelen ser puntuales y originados por alguna avería en los colectores.

Rescate de animales
El rescate de animales es otro de los “puntos fuertes” de la UMIR. Con la llegada del buen tiempo las serpientes salen de su letargo y aparecen en fincas y viviendas del rural. “La mayoría son inofensivas. La serpiente de aquí no es venenosa y la devolvemos a su hábitat”, comenta. 
También el rescate de los polluelos de gaviota en la época de cría de estos pájaros, de perros y gatos abandonados o perdidos son parte de la labor de estos agentes, alcanzado casi el millar el año pasado así como  54 los cadáveres retirados de la vía pública. n
 

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