Celta y grupo municipal popular señalan que los plazos se incumplen y que el estadio no superará así la inspección para poder disputar en casa la Liga Europa
El Celta y el grupo municipal popular coincidieron ayer en actos distintos en su certeza de que las obras de reforma del estadio no estarán a tiempo para el inicio de la Liga y que incluso peligra que el club vigués pueda disputar la Europa Ligue en Balaídos. Fuentes de la sociedad deportiva viguesa señalaron que los inspectores de la UEFA llegarán el 28 de julio para ver la situación en que se encuentra el campo y para validarlo de cara a la competición europea y advirtieron de que a día de hoy sería imposible que le dieran su visto bueno. En el Celta hay convicción de que los trabajos están avanzando a un ritmo muy distinto al anunciado: tendría que estar preparada la grada de Tribuna para poder acoger los espectadores con el inicio de la Liga, en agosto. En el Celta también se advirtió de que el Memorial Quinocho estaría casi imposible, ya que se disputa en la primera quincena de agosto.
Sobre este asunto, el arquitecto Pedro de la Puente, diseñador del nuevo Balaídos, indicó ayer a preguntas de este diario que el operativo "sigue más o menos el calendario establecido". En todo caso, recordó que la obra no estará terminada hasta diciembre y que el compromiso era tener para el inicio de la Liga "y todavía no se sabe cuándo comenzará y si el Celta juega al principio en casa o fuera".
Por su parte el grupo municipal del PP se mantuvo en la misma posición que el Celta y aseguró en rueda de prensa que la grada de Tribuna no estará lista en ningún caso para el inicio de la Liga, el 21 de agosto, por el "importante retraso" que acumulan las obras, "prácticamente paralizadas".
El edil popular también dudó de si el Celta podrá jugar la Europa League en Balaídos o si tendrá que desplazarse a otro estadio, en vista de que los inspectores de la UEFA inspeccionarán el recinto una vez concluya la Eurocopa. Fidalgo criticó las "casi inexistentes relaciones" entre el Celta y el Concello, y se remite al descontento expresado por el presidente, Carlos Mouriño, con las "falsas promesas" del gobierno local sobre los terrenos para el proyecto de la ciudad deportiva.
