Hay dos zonas de Vigo que muestran con claridad las heridas del parón inmobiliario al tratarse de sendas iniciativas ya iniciadas y que tuvieron que paralizarse en un caso al entrar en concurso la empresa promotora y en el otro al coincidir su puesta en marcha con el proceso de fusión de las cajas gallegas, que desembocó en la liquidación de sus activos en el "ladrillo".
El caso de Rosalía de Castro es el más llamativo por cuanto la mejor parcela de Vigo, 991 metros cuadrados de suelo y 4.770 de edificabilidad, se ha convertido en un humedal donde por segundo año ha anidado una familia de patos. La finca es propiedad de la Sareb y se trata de la charca más cara de España. Por su situación céntrica y sus facilidades urbanísticas, que no exigen trámites de desarrollo como una ordenación directa con licencia del Concello, era idónea para la inversión. El terreno perteneció a Vallehermoso y tras la quiebra de la firma pasó a Novagalicia (hoy Abanca), que a su vez lo ha transferido a la Sareb (el "banco malo"), que lo mantiene en el catálogo para su venta por 2,7 millones. Novagalicia apoyó la creación de una cooperativa que tramitó la gestora Gescomar con el compromiso de vender las 56 viviendas que forman la promoción, siendo el banco el financiador de todas las operaciones. Pero fracasó.
En el entorno de Povisa se produjo una ruina prematura con la entrada en concurso de las promotoras cuando ya estaban en marcha las obras de dos manzanas de la calle Zaragoza. Una de ellas tuvo problemas recientemente con un temporal al venirse abajo algunos de los elementos, lo que obligó a intervenir a los Bomberos. Las posibilidades de finalizar las obras son prácticamente nulas ante la falta de interés. n
