Actúa en Nicaragua desde hace cuatro años y este viernes organiza una fiesta en Patos para ampliar su acción a Guatemala
El sentido del humor y las ganas de pasarlo bien están garantizados este viernes en el bar Patos. A las 23 horas, el incombustible Tony Lomba presentará una gala con concursos, conciertos y pruebas que el público puntuará. Al final esas clasificaciones se transformarán en euros que se recaudarán para One Two Tree, una ONG que da clases de inglés a niños y adultos en Guatemala desde hace cuatro años. Ahora quieren extenderse a Nicaragua y necesitan dinero, entre 12.000 y 6.000 euros.
Detrás de esta iniciativa está un vigués, Pedro Pestana, que pese a su juventud (32 años), acumula años de experiencia en el voluntariado internacional. Desde los 18 años ha trabajado en Marruecos, Bosnia, Guatemala, Honduras y Nicaragua. Considera que enseñar inglés en países donde no lo aprenden es la manera más efectiva de ayudar. “En Bosnia me pusieron a hacer una casa, yo no soy obrero y habría salido más barato contratar a alguien local capacitado para hacerlo que pagarme el viaje; sin embargo, desde esta ONG ofrecemos algo que en esos países no hay; al capacitar con conocimientos de inglés a los que menos tiene, es una forma de darles ventaja a la hora de colocarse laboralmente en el sector turístico”, señala.
Enseñan a 1.300 niños, pero también a 150 adultos a los que becan durante seis meses para hacer prácticas en hoteles, bolsas a las que destinan el 70% de su presupuesto. “Mientras en el caso de los menores es un proyecto a largo plazo, la experiencia con los mayores de 16 años es muy gratificante porque ves el resultado muy pronto; de nuestros chicos, 25 consiguieron un contrato”. Desde hace un año iniciaron la actividad en Guatemala, donde quieren seguir expandiéndose. Por ahora ya dan clase a 900 niños.
Abaratan los costes utilizando las escuelas públicas a través de un convenio con el Ministerio de Educación de Nicaragua. En la ONG colaboran de manera continuada un director en Guatemala, dos coordinadores de voluntarios en Guatemala y Nicaragua, a los que solo se les costea el alojamiento. Además desde Vigo, trabajan un contable y el propio Pestana.
Las clases son impartidas por doce voluntarios temporales, el 40% españoles, que guardan recuerdos imborrables y comparten sus experiencias a través del blog. Así, Nerea asegura que “viví en condiciones muy humildes, me duché con agua helada y comí arroz varias veces al día. Pero el cariño de mi familia nicaragüense fue tan grande que lo demás dejó de tener importancia al segundo día”.
Gary Carson, un estadounidense de 65 años, lleva dos años como director de la ONG en Nicaragua. Este viernes viajará a Vigo para participar en la gala benéfica tocando el clarinete. “En este tiempo he conocido a más gente y he hecho más amigos de todo el mundo que en los últimos 25 años en Estados Unidos”, asegura. Después de dos meses el la localidad de Diriamba, Víctor, un voluntario madrileño, declaraba “el poco tiempo que llevo en Nicaragua, me está sirviendo para empezar a ver las cosas de otro modo y desde otro punto de vista”.n
