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La nueva “playa urbana” de las Avenidas se queda sin bañistas

Agentes dela Policía Portuaria, advirtiendo a un grupo sobre que está prohibido el baño en la dársena.
photo_camera Agentes dela Policía Portuaria, advirtiendo a un grupo sobre que está prohibido el baño en la dársena.

La Policía Portuaria advirtió de que está prohibido nadar en la dársena recién remodelada por seguridad, al tratarse de un espacio donde hay navegación

Poco a poco los vigueses han ido tomando posiciones en el nuevo espacio recién descubierto, la antigua dársena del Náutico, hoy una zona de resguardo del Puerto para la vela ligera, que por sus características parece una “playa” urbana, aunque la Autoridad Portuaria la considera más bien una “piscina” de mar especial. Pero de uso restringido, para los participantes en las competiciones de vela ligera. 
Sin embargo, con la llegada del verano se ha incrementado el número de personas que se animan a acercarse para mojarse los pies o directamente darse un chapuzón en pleno centro de Vigo, algo que no se posible desde hace más de 50 años, cuando desapareció la última playa del casco urbano, precisamente en este punto. 
A finales de los setenta, el Real Club Náutico sólo disponía de una pequeña dársena, la histórica hoy remozada, y se planteó la expansión la construcción de un muelle en las Avenidas. Es precisamente el que se vino parcialmente abajo hace unos días, porque en los noventa la escollera fue rcubierta con un paseo de madera para el uso peatonal dentro de Abrir Vigo al Mar. El caso en que en los setenta había una pequeña playa, al menos cuando bajaba la marea, que desapareció por completo en ese momento. 
Más tarde, ya en el siglo XXI, el Náutico acometería otra ampliación que a punto ha estado de provocar la desaparición del club ahogado por las deudas provocadas por la inversión, realizada en plena crisis económica, por lo que las expectativas no se cumplieron. 
Finalmente, tras largas negociaciones, el Náutico devolvió al Puerto de vigo la dársena histórica, que es la que acaba de ser reformada a fondo. El resultado ha sido espectacular. 
Pero el éxito parece que ha sido excesivo. Desde la Autoridad Portuaria se advertía de que al tratarse de una zona de su jurisdicción no se puede permitir el baño, al estar prohibido expresamente por cuestiones de seguridad al interferir con la navegación. 
Esta semana, varios agentes de la Policía Portuaria que también se ocupan de custodiar el entorno del paseo marítimo derrumbado y el resto vallado y precintado, prohibieron de forma expresa a un grupo de vigueses que se tomaran un baño. Las normas son estrictas y el Puerto insiste en que se trata de una "piscina de mar" pero no puede autorizar que haya bañistas por precaución. 

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