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El mercado, un asunto de familia

Olalla y su madre Julia Quinteiro
photo_camera Olalla y su madre Julia Quinteiro

Carne, pescado, frutas, quesos o pan. Estas tiendas pasan de generación en generación con una variada oferta que se actualiza para poder hacer frente a la agresiva competencia de las nuevas áreas comerciales.

Antes de la llegada de las cadenas de supermercados y las grandes superficies a Vigo, los únicos lugares en los que los compradores podían llenar su carro eran las tiendas situadas en plazas y mercados. En la actualidad, estos tradicionales puestos sobreviven a las crecientes alternativas de compra existentes. Con una marcada tradición familiar, las tiendas pasan de padres a hijos, de una generación a otra, como antaño.
“Llevo más de 30 años en esta carnicería. Empecé con mi madre y ahora me acompaña mi hijo” afirma Carmen Rodríguez dueña de Carnicería Mari. Esta veterana del Mercado de O Calvario reconoce que las ventas han ido disminuyendo con el paso de los años pero que la calidad de sus productos sigue siendo uno de los principales reclamos para los clientes. Su hijo Jesús trabaja con ella y tiene claro que quiere continuar con el legado familiar tras la jubilación de su madre.
Aunque mantengan su esencia, los tenderos ven como sus puestos también han ido aplicando novedades y comodidades que facilitan su sacrificado trabajo. “Ahora hasta podemos enviar los productos a través del servicio a domicilio” destaca Manoli Táboas de Frutas y Quesos Manoli y Pili, en el Mercado Progreso. 
Aunque mantienen a sus clientes habituales, la época estival también trae consingo a nuemorosos turistas y veraneantes que se acercan hasta estas tiendas. El trato cercano y una excelente materia prima atraen a compradores de todas las edades. "Tenemos abuelas, madres e hijas que compran en nuestra pescadería” cuenta Olalla Suárez de la Pescadería Julia Quinteiro.

CARNICERÍA MARI (O CALVARIO)
“LA CLAVE PARA SOBREVIVIR EN EL MERCADO ES MODERNIZARSE"

Jesús Alonso (centro) y su madre Carmen Rodríguez en su carnicería.

Carmen Rodríguez continúa el legado de su madre antes de pasar el testigo a su hijo. Con más de treinta años de trabajo en el Mercado de O Calvario ha visto cambios de todo tipo, tanto en las ventas, como en la forma de ofrecer su carne.
"La crisis nos afectó a todos, pero había que modernizarse y saber qué quieren los clientes para seguir aquí. Tienes que ajustar los precios para que sean competitivos y mantener a los compradores." destaca Carmen.
Por su parte, su hijo Jesús Alonso quiere seguir en el mercado haciendo el trabajo que su madre y su abuela hicieron con anterioridad. "Llevo aquí nueve años y me gustaría seguir ofreciendo la mejor carne" afirma Jesús. 

PESCADERÍA AMPARO (O BERBÉS)
“ES UN TRABAJO MUY DURO PERO QUE TERMINA ENGANCHANDO"

La pescantina Amparo Estévez y su hijo Pablo Conde.

 Amparo Estévez llegó al Mercado de O Berbés por mediación de una tía política. Cuarenta años después es ella la dueña de su propia tienda en el mismo mercado, esta vez, acompañada de su hijo Pablo Conde.
"Mi hijo quiso dejar su trabajo. Le dije que se viniese conmigo y al final aceptó" cuenta Amparo, a pesar de reconocer que cada vez se ven menos jóvenes y vendedores de pescado por el Mercado de O Berbés .
"Esta vida no te deja tener vacaciones y los horarios son complicados. Yo lo llevo haciendo toda mi vida y al final me gusta. El trabajo en el mercado es bonito pero muy sacrificado" afirma Amparo. 

PESCADERÍA JULIA QUINTEIRO (PROGRESO)
“CONTINUAR CON LA PESCADERÍA ES UNA BUENA OPORTUNIDAD PARA MÍ"

Olalla y su madre Julia Quinteiro

Julia Quinteiro comezó hace cuarenta años que empezó a vender pescado en el Mercado Progreso. Hoy su hija, Olalla Suárez, la acompaña entre merluzas, salmones y lubinas.
"Antes era comercial y estaba todo el día de arriba para abajo con la maleta. Me gusta el pescado y era la oportunidad perfecta para seguir con el negocio de mi madre" afirma Olalla.
"El mercado da mucho trabajo y no me gustaría esta vida tan dura para mi hija, aunque al no haber trabajo entiendo que quiera continuar aquí" reconoce Julia Quinteiro que, tras haber sido operada recientemente, se encuentra trabajando como un día ordinario. 

FRUTAS Y QUESOS MANOLI Y PILI (PROGRESO)
“SOMOS DE UNA FAMILIA QUE SE HA DEDICADO A ESTO TODA LA VIDA"

Las hermanas Manoli y Pili Táboas junto a Vicky Vieira (izquierda).

 Las hermanas Manoli y Pili Táboas venden fruta y quesos gallegos en su puesto del céntrico Mercado Progreso. Aunque provienen de una casta de vendedores que comenzaba con su abuela. "Nuestra familia es de Cesantes y mi abuela se desplazaba a diario hasta A Estrada para buscar la mejor fruta y traerla a Vigo" recuerda Manoli.
Primero junto a su madre Carmen en el Castro y ahora con su hermana Pili en el Mercado Progreso, Manoli reconoce que le gustaría que sus hijos continuasen con la tienda. "Ellos estudiaron otra cosa, nunca se sabe si querrán estar aquí pero seguro que Vicky (su empleada) continúa nuestro trabajo. Ella ya es de la casa" afirma. 

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