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Malas pulgas en la Rúa Miño

La peluquera muestra sus piernas, donde aparecen picaduras supuestamente de pulgas.
photo_camera La peluquera muestra sus piernas, donde aparecen picaduras supuestamente de pulgas.

Derecho a la intimidad frente a salud pública, el duelo de la calle Miño, en Bouzas, por el alquiler de un bajo por parte de la cuñada de una vecina. La familia se enfrenta al matrimonio inquilino, que ha  preferido mantener el anonimato, por un curioso motivo: pulgas.

Estos pequeños insectos engendrados supuestamente en el pelo de los seis perros y varios gatos del alquilado han dividido a toda la calle. 
"Él pensaba que eran polillas, y cuando le dijimos que eran pulgas salió corriendo para Ourense", comentaba un corro de vecinos sobre el propietario de la casa vecina de la supuestamente infectada. Sin embargo, el inquilino en cuestión  aseguró a este diario que sus perros no tienen nada. Este adiestrador de perros llegó a Bouzas hace un año, y en ese tiempo ha acogido tres canes de la protectora de A Coruña, dos de Santiago y uno de Vigo. "Yo no voy a permitir que vulneren mi intimidad, si quieren entrar que sea con una orden", afirmó mientras maullaba uno de sus gatos desde dentro de la casa. Y es que este hombre que vive sin electricidad achaca esta acusación a una rivalidad de herencias por parte de la familia dueña del bajo.
De todos modos la plaga de pulgas es real. Ya no solo lo confirma el haber visto tales  insectos actuando sobre la piel ni sus posteriores picaduras: el propio Seprona (Servicio de Protección a la Naturaleza) acudió a la calle en cuestión y "se fueron asustados con los pantalones negros en vez de verdes" afirmaba L.T., una de las vecinas. Y es que esta pelea vecinal no se ha quedado en el barrio, los afectados han enviado denuncias al Departamento de Medio Ambiente del Ayuntamiento, a la Policía Local y a Seprona. Pero estas no son todas las consecuencias, "encima hay un colegio y los niños tenían que salir corriendo para no sufrir picaduras", afima otro vecino, M. T. "Su casa es la zona cero y por su culpa ni la panadera, ni la pescadera, incluso la cartera, suben la vía". La calle Miño ha sido baldeada durante el conflicto, y el miércoles se fumigó entera, pero los afectados critican del Concello su lentitud y pasividad. De todos modos, la plaga no es perjudicial para la salud. El hombre tiene una temperatura muy fría para las pulgas por lo que lo normal es que piquen y se vayan. 

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