El juzgado, que espera los informes periciales, se acerca en días a los seis meses de plazo
La investigación judicial sobre el accidente de O Marisquiño, ocurrido en agosto del año pasado, está apunto de declararse causa compleja ya que en menos de dos semanas cumplirá los seis meses, que es el plazo máximo de instrucción previsto por ley. Para prorrogar dicha investigación, el juzgado tendrá que decretar causa compleja, algo que en su día la Fiscalía ya adelantó que solicitaría al entender que el asunto podría prolongarse en el tiempo por su dificultad.
De hecho, el Juzgado de Instrucción número 3 todavía está pendiente de los dos informes periciales encargados a expertos, que ya estarían finalizados. La titular estudiará las conclusiones de los expertos para decidir si la causa se mantiene por vía penal, se traslada a la vía civil o se archiva.
En todo caso, este trámite clave para la continuación de la causa llevará su tiempo, por lo que la decisión podría retrasarse por encima de los seis meses.
Mientras, los afectados por el derrumben continúan ratificando sus denuncias ante el juzgado. Más de un centenar ya han acudido a dependencias judiciales con los informes forenses sobre las lesiones sufridas durante el derrumbamiento del muelle mientras se celebraba el último concierto de la edición 2018 del popular festival.
La investigación judicial tendrá que analizar todas y cada una de las denuncias presentadas por los afectados.
El juzgado designó a dos expertos la elaboración de un informe pericial con todos los datos recabados sobre lo que ocurrió aquella noche. La propia Policía Científica elaboró una completa documentación respecto a cómo y por qué se produjo el derrumbamiento en el que se desvelaban las malas condiciones de la base sobre la que se sustentaba el muelle.
La instrucción tendrá que concluir si hay indicios de delito, en este caso presuntas lesiones, y a quien atribuírselo en caso de dicha existencia. De esa decisión dependerá también la vía por la que los cientos de afectados optarán a reclamar por los daños sufridos.
El juzgado desprecintó recientemente el lugar del accidente y dejó en manos de la Autoridad Portuaria las medidas a adoptar en la zona. El Puerto rechazó el arreglo del muelle hundido hasta que no haya una decisión judicial sobre las posibles responsabilidades al entender que de otro modo se interpretaría como asumir culpas.n
