VIGO

Un hombre mata a su pareja en Vigo, la esconde en el armario y se suicida

Uno de los cadáveres, anoche, en Fragoso. // Alberte
photo_camera Uno de los cadáveres, anoche, en Fragoso. // Alberte

Todo apunta que la muerte de la mujer se cometió el jueves tras una fuerte trifulca y el hombre puso fin a su vida con drogas o con pastillas.

Un hombre,  Pedro A. de nacionalidad portuguesa, de 54 años, mató a su pareja Silvina Oliveira, también lusa, de 33, y la escondió en el armario durante al menos un día, quizá dos. Después, decidió suicidarse con una sobredosis de droga o de pastillas en la misma habitación donde estaba el cadáver de la mujer. Ayer el forense iniciaba el trabajo, ya que nada está  claro, aunque él dejó una nota, lo que apunta a un suicidio dentro de un crimen de violencia machista en un ambiente de fuerte marginación. 

Empleados de la funeraria, ayer a la espera de los cuerpos para proceder al traslado desde el número 12 de Fragoso.

Empleados de la funeraria, ayer a la espera de los cuerpos para proceder al traslado desde el número 12 de Fragoso.


Todo ello se descubrió ayer, a las seis y veinte de la tarde, cuando un vecino del número 12 de la calle Fragoso, avisó a la Policía al sospechar que pasaba algo en el edificio. Así fue: cuando llegaron los agentes se encontraron con los dos muertos y la nota. Y sin sangre ni rastro de violencia, lo que sorprendió. La vivienda en cuestión era un piso que se realquila por habitaciones y donde estaba la pareja alojada desde hacía un tiempo. Vecinos del entorno aseguraron que ambos mantenían una relación violenta entre ellos, aunque no con el resto de la gente del barrio, y que al menos en una ocasión  una ambulancia se llevó al nombre al nuevo hospital en medio de una brutal intoxicación etílica. Por otra parte, fuentes policiales señalaron que  ambos eran conocidos como "trapicheros" de droga a pequeña escala y confirmaron que mantenían una relación mutua nefasta, muy propia de la más profunda marginalidad en la que al parecer se encontraban inmersos. También ayer la Policía estaba investigando si había alguna denuncia por malos tratos o violencia física, aunque no se esperaba.
A última hora de la noche todavía no se sabía cómo se había producido la muerte de ambos. La de él parecía más clara, con sobredosis voluntaria de pastillas o drogas. La de ella, en cambio, no se había podido esclarecer debido a que se habría producido hacía uno o dos días, seguramente por una paliza, aunque nada es seguro hasta que el forense determine las causas. En ese tiempo, el hombre debió pensar qué hacer y finalmente optó por suicidarse. 

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