Proponen ponerse a trabajar desde ya para recuperar la identidad y volver a conectar con los ciudadanos
El PP vigués está tocado pero no hundido, tras perder casi 33.000 votos en las elecciones municipales del domingo y quedarse con solo 7 concejales. La principal autocrítica, hecha por la propia candidata, Elena Muñoz, en la noche del 24-M es que no han sabido trasladar el mensaje y sintonizar con los vigueses. Dirigentes históricos, como Carlos Mantilla y Manuel Pérez, coinciden con esta opinión y proponen recuperar la identidad del partido a nivel local.
Mantilla considera que “hay que hacer una remodelación, una refundación del partido si es necesario, para empezar de nuevo y con fuerza”. No se refiere a las personas que ahora llevan las riendas del partido, pero sí a la filosofía y a lo que considera como “falta de identidad”. Por otro lado, dijo que no es la primera ni será la última vez que el PP pierde unas elecciones, que al PSOE también le pasa, que “democracia significa alternancia”, y que cada uno debe “lamerse sus heridas” y subir de nuevo.
En cuanto al éxito de Abel Caballero, dijo que superó las previsiones y que “supo aprovechar el victimismo, la demagogia y el populismo, y eso caló en la gente. Hizo ver que estábamos perjudicados por otras instituciones, cuando no es cierto, pero nosotros no supimos venderlo. El alcalde sí es un fenómeno en comunicación”. A su juicio, su gestión no era como para sacar 17 concejales, porque “no hizo ninguna gran obra, salvo aceras y rotondas, y no digo que no estén bonitas” y añadió que “ahora ya no tiene ninguna justificación para decir que se le ningunea, puede hacer su presupuesto y tiene la Diputación en su mano”.
Por su parte, el ex alcalde Manuel Pérez, que tenía en Vigo el récord de una mayoría absoluta de 15 concejales, fue destronado de esta marca por Caballero, con 17 ediles y en la misma noche electoral le felicitó por ello. Pérez cree que fue decisivo que los vigueses creyeran “el mensaje del alcalde y candidato socialista por el que decía que el PP se preocupaba poco por la ciudad y él era el auténtico defensor de los intereses de Vigo”. En su opinión, el PP tiene que hacer autocrítica y remontarse para ello a las “vicisitudes” de los últimos cuatro años, “desde la marcha de la entonces candidata (Corina Porro), a las vacilaciones y el retraso a la hora de elegir a la nueva candidata, una persona muy válida pero que llega tarde y aparece como una designación desde Santiago y no como una demanda de simpatizantes y militantes”. Concluye que “desde la oposición el camino al éxito pasa por mucho más partido y por la mejora de la organización, y pasar por estar en cada calle y en cada barrio con los ciudadanos”.
