La ONG Adesgal y un concesionario de PSA Citroën colaboran en esta iniciativa solidaria
Si la faceta solidaria de los trabajadores de PSA-Citroën es conocidos en toda Galicia por las donaciones de sangre que realizan cada año, tampoco se quedan atrás los empleados en este caso del concesionario de la Avenida de Madrid, que ofrecen su tiempo libre del mediodía y de última hora de la tarde para revisar, empaquetar y rotular (en sirio y castellano) el contenido de cientos de mochilas donadas por niños de la comarca viguesa para enviarlas a niños sirios afectados por la guerra.
Estos trabajadores son ahora una pieza más en la cadena solidaria que nació de la Pastoral de Juventud de la Diócesis de Tui-Vigo con motivo del Día de la Paz. Reunieron el 30 de enero a unos 1.500 escolares de varios centros educativos para celebrar un acto en el colegio Maristas y lo centraron en las víctimas del conflicto sirio.
campaña escolar
Para ello contaron con la colaboración de la Asociación de Apoyo al Pueblo Sirio, que lidera Katu Martínez-Iturbe, que presentó a los escolares a una familia de refugiados que actualmente vive en Vigo, y la ONG Acción Solidaria de Galicia (Adesgal), que organizó una donación solidaria de mochilas escolares rellenas de alimentos no perecederos, material escolar y chuches para los niños desplazados en Siria. Martínez-Iturbe explicó a los escolares que igual que ellos los niños sirios desayunaban, se duchaban e iban al colegio por las mañanas, pero que ahora no pueden hacer estas cosas, que se han tenido que ir de sus casas y que necesitan ayuda. Adesgal, una entidad qeu cuenta en Vigo con unos 350 voluntarios, les propuso participar con una campaña de mochilas solidarias. La respuesta de los colegios fue rápida y se recibieron en apenas una semana cerca de 3.000 mochilas llenas, que se recogieron hasta este lunes. Por ahora el cupo está cerrado y ya están organizando el envío a los campos de desplazados en Siria, que se producirá en los próximos días. En este operativo intervienen otras empresas solidarias como Seur que se encarga de enviar las cajas a Madrid y de ahí van en un contenedor a Valencia, desde donde viajan por mar hacia Turquía. Una ONG que colabora con la Asociación de Apoyo al Pueblo Sirio se encarga de introducir el cargamento en aquel país.
Otras empresas que se involucraron en esta campaña y apostaron por el voluntariado corporativo fueron Telefurgo, que transportó los palés con las cajas y Celnova que donó las cajas, así como organizaciones como Aspanaex, los colegios y particulares.
