MIGUEL MÉNDEZ. Campeón de la Euroliga femenina

"En este equipo, no estar en la final es un fracaso"

Miguel Méndez se abraza con su jugadora y excéltica Alba Torrens.
photo_camera Miguel Méndez se abraza con su jugadora y excéltica Alba Torrens.

Miguel Méndez era un hombre feliz ayer tras ganar el domingo la Euroliga femenina con el Ekaterimburgo. El primer entrenador gallego que levanta un título europeo. Un logro alcanzado tras superar en la semifinal a su máximo rival, el Dynamo Kursk, que acumulaba casi dos años sin derrotas en la competición.

En la final cumplieron su papel de favorito ante el Sopron. En este momento, en el mejor de su carrera como técnico, Méndez no olvida y explica que "soy el mismo que hace un año, cuando me despidió el equipo italiano (Famila Schio). Hay que tener los pies en el suelo".  

¿Cómo es ganar en un equipo favorito al título? 
La exigencia aquí es máxima. Hay una plantilla muy buena. También hay otros dos o tres equipos de mucho nivel y ganar la Euroliga no es fácil. Siempre pongo el mismo ejemplo. Es como el Real Madrid en fútbol, que siempre tiene una exigencia máxima, pero están el Barcelona y el Bayern, que aspiran a lo mismo. Sólo uno puede ganar. 

En este caso, fue la semifinal el partido clave, en el que superaron al Dynamo Kursk.
La semifinal fue ante el actual campeón de Europa y un equipo que no había perdido en los dos últimos años en Euroliga. Los dos somos equipos rusos, nos conocemos muy bien y fue clave. Después, en la final, nos encontramos un equipo duro y agresivo como el Sopron, pero creo que todavía hicimos un mejor encuentro. En este caso, nuestra plantilla sí que era superior. Había que gestionar la presión de ser favoritos, pero sabiendo que si hacíamos las cosas bien, éramos superiores.  En la semifinal, conocerse fue clave, pero ellas también tenían este factor y fue duro. Hubo muchas variantes tácticas, muchos detalles de baloncesto.  Muy duro. 

¿Esa semifinal fue el partido de más nivel en el que estuvo?
No me gusta hacer esas comparaciones. Cada partido que he dirigido, he intentado dar lo mejor. Cuando estaba en el Celta teníamos que jugar bien para ganar y lo mismo en Rivas y en Italia. Era mi segunda final de Euroliga y, en este caso, la primera con un equipo con capacidad de ganar. Estoy muy contento de haberlo logrado.

¿Cómo se vive en el mejor equipo de este año?
No es fácil llegar porque somos muchos entrenadores y los hay muy buenos para entrenar aquí. Hay que tener también un punto de suerte para que te contrate. Es un trabajo de mucho tiempo y de muchos años y también hay que estar preparado para ello. Me considero muy afortunado de poder estar aquí, que es el Real Madrid o el Barcelona de Europa. Es una suerte.  
¿Cómo se siente un campeón de Europa?
Igual que ayer o igual que hace un año, cuando fui cesado en el equipo italiano. Soy la misma persona y el mismo entrenador. Gracias a dios, la educación es esta. En ocasiones, las cosas no son tan malas como parece y tampoco son tan buenas ahora. Soy un hombre afortunado, en general, en la vida personal y profesional. 

En febrero comentaba que una oferta así era irrechazable. Quedó claro que así fue. 
Sí, es una gran suerte estar aquí. No se puede trabajar con más facilidades. Tienes toda la plantilla a tu disposición, en el cuerpo técnico tengo al asistente de Minnesota, que es el campeón de la NBA, al preparador físico, que está con las Mercury de la misma liga... Es un gran placer tener todos los medios y también poder vivir aquí. Es una ciudad que me sorprendió porque es grande y también tiene muchas horas de luz. Es un poco como en Vigo, que dice la gente que llueve y, al final, no lo hace tanto. Aquí hay muchos días soleados y sí, hace frío, hasta el momento lo hizo, pero la ciudad es muy sorprendente. Interesante para vivir, con mucha vida cultural. 

Ekaterimburgo en Vigo suena a muy lejos. 
Sí. Lejos está, pero es una ciudad rica y un poco la puerta al mercado asiático a través de los Urales. El día a día es sorprendente. He podido ir a la ópera, al ballet. A mí que me gusta disfrutar de estas cosas, las aprovecho. Además, tengo un apartamento, tengo chófer... Todo lo que necesito para vivir y también para trabajar. 

Es distinto a entrenar a un Celta Bosco, que los medios son menores. 
En Vigo también tenía todo lo necesario y posible. Lo que había, lo podía usar. Siempre he tenido suerte de trabajar con la gente que tuve alrededor, con los staff técnicos y con los presidentes. Me considero un afortunado porque no es lo normal. No en todos los sitios pasa lo mismo y yo también lo he buscado. De hecho, han existido ofertas que he rechazado porque no se cumplían las expectativas en lo referente al valor humano. Aún así, muchas veces es cuestión de suerte. 

En el día a día, ¿nota la presión de que sólo sirve ganar?
La presión es máxima. Aquí estamos para ganar. El requisito mínimo es jugar finales. Todo lo que no es estar en la final, es un fracaso. Luego, las puedes ganar o perder, ya depente de otros factores. Si no ganas, puede ser una decepción, pero no un fracaso. Tenemos que jugar bien, hacer un buen baloncesto y ganar partidos. 

Tiene jugadoras de primer nivel, pero unas deportistas que también exigen un entrenador para ganar. 
Sí, tengo una de las dos mejores del mundo. Maya Moore es la única jugadora del mundo que tiene una línea de ropa propia con Nike. Griner, Meesseman... Son la Messi y la Cristiano. Cuando tienes a una plantilla así, tienes que hacer que jueguen juntas, en equipo. Es lo que comentábamos ayer en el vestuario. Hemos logrado jugar juntas, repartir el balón y tenemos opciones para todas. Es lo que hemos hecho y es lo que nos hizo ganar el título. 

El Celta Zorka juega la fase de ascenso a Liga Femenina 1. ¿Tendrá un ojo puesto en Valencia? 
Seguro. Aquí en Sopron estuvo mi familia, con mi mujer y mis hijos, y también mis amigos, que son como mi familia. Entre ellos Pelayo Suárez, que es el psicólogo del cuerpo técnico del Celta. Llegará a Vigo y mañana (hoy para el lector) se subirá al autobús para viajar con ellas. Por cariño hacia al club y por la gente que está, estaré pendiente. Además, es una buena oportunidad para tener un equipo en la élite y un conjunto profesional en Vigo, que no hay muchos.n
 

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