Absueltos los acusados del accidente que dejó parapléjico a un ciclista, que recurrirá tras un fallo "decepcionante". Los comuneros dicen que se culpó a "inocentes"
La piedra contra la que la bicicleta de Diego González colisionó en el Monte Alba en septiembre de 2014, dejándole parapléjico, fue colocada a propósito pero no existen pruebas para atribuir la autoría a los cuatro comuneros de Valladares juzgados por estos hechos. Éste es el argumento principal de la sentencia dictada por la sección quinta de la Audiencia en Vigo y que absuelve a los acusados de un delito de lesiones por imprudencia.
La resolución fue recibida con “satisfacción” y “pena” al mismo tiempo por la Comunidad de Montes. Según explicaba ayer su presidente, Gregorio Álvarez, “es un alivio porque se culpó de lo ocurrido a gente inocente pero por otra parte sentimos mucho lo que le pasó a Diego”. Añadió que “nunca dudamos de su inocencia y han estado sufriendo mucho también por el hecho de haber sido acusados. Nosotros lo único que hacemos es retirar las piedras pero hay gente que parece las coloca”.
La Audiencia argumenta que no ha quedado acreditado “un clima de animadversión contra los ciclistas que hubiera podido motivar que pusiesen la piedra”, “ni que los acusados hubieran tenido tiempo de realizar los actos que les imputan, ni que hubiesen subido por el camino donde se movió la piedra, ni que hubieran sido las únicas personas que pudieran haber realizado ese hecho”. Añade, además que “si bien es posible admitir que había algunos problemas, (entre ciclistas y comuneros) éstos eran más bien puntuales y no se ha acreditado una animadversión o enfrentamiento de tal calibre que sea posible extraer un indicio claro, poderoso y eficaz de que la actuación que se imputa pudiera haber sido determinada por tal causa”.
Álvarez coincide en este aspecto, “nuestro deseo es que el monte sea de disfrute público, también para los ciclistas, nunca tuvimos problemas con ellos, es más, en la junta directiva había una asociación ciclista. Lo que hay que tener en cuenta es que el monte tiene sus propios peligros, por lo que el uso debe ser responsable por parte de todos y nosotros no vamos a poner cierres”.
Admite que había un temor de que el fallo pudiera sentar precedentes y “que se culpara a partir de ahora a los comuneros”.
