Quedan ocho meses para las elecciones municipales de mayo de 2015, que prometen grandes emociones, más si finalmente el Gobierno modifica la ley electora, lo que cambiaría la forma de afrontar los comicios.
Desde el verano se han sucedido plataformas y grupos que han anunciado su intención de presentarse por vez primera para formar una auténtica sopa de letras donde se destaca un hecho: a día de hoy sólo hay un candidato seguro, Abel Caballero, mientras el resto de formaciones no tienen ni programa ni un cabeza de cartel. Ni siquiera el PP, que vuelve a dar largas. Esta semana el presidente provincial, Rafael Louzán, volvió a retrasar el proceso y dijo que el candidato se nombrará "en el período de septiembre a diciembre". El PP gallego tenía la intención de haber despejado el panorama hace un año pero los problemas municipales de Santiago trastocaron todo el calendario. Y hasta hoy. Entre los populares vigueses sólo ha habido un paso al frente, el de Chema Figueroa, quien sería en teoría el máximo candidato. No obstante, Figueroa no se mueve de su discurso: que el aspirante será elegido "por consenso" entre bases y la dirección.
Esta semana ha entrado en danza otro grupo, Ciudadanos, que hasta ahora no había salido de Cataluña salvo para presentarse a las últimas europeas, donde logró dos eurodiputados, un éxito oscurecido por la irrupción de Podemos. Ciudadanos acaba de montar su estructura en Pontevedra y ultima sus planes para instalarse en Vigo y competir por el mismo caladero que UPyD -descalabrado en Vigo con la expulsión de Pedro Larrauri- el PSOE y el PP. Ni Ciudadanos ni UPyD tienen tampoco candidato y quizá formen algún tipo de coalición para las municipales en toda España.
El PSOE ha resuelto el asunto: Caballero por tercera vez con la esperanza de convertirse en la lista más votada, lo que en la práctica le daría manos libres. Y si la ley electoral cambia su éxito sería absoluto. Aunque en el PSOE vigués preocupa y mucho la aparición de nuevas marcas de la izquierda. n
