VIGO

Casi 900 pacientes estuvieron ingresados en casa el año pasado

Daniela, Isabel, Belén, David y Margarita, con una alumna de Povisa (a la derecha).
photo_camera Daniela, Isabel, Belén, David y Margarita, con una alumna de Povisa (a la derecha).

El servicio de Hospitalización a Domicilio realizó más de 6.000 visitas de A Cañiza a Tui

Un total de 857 pacientes del área sanitaria de Vigo estuvieron ingresados en su propia casa el año pasado, donde fueron atendidos por médicos y enfermeras del servicio de hospitalización a domicilio del Complejo Hospitalario Vigués (Hado), el único de Galicia que llega a toda la población adscrita. 
En esta unidad trabajan cinco médicos (tres internistas, un geriatra y un médico de familia) que viajan a domicilios de toda la comarca en una unidad móvil siempre acompañados de una enfermera y que realizan las mismas funciones que en el hospital. 
El año pasado sumaron 6.016 visitas programadas desde A Cañiza hasta A Guarda pasando por todo el centro de Vigo y otras 332 urgentes, a las que hay que añadir otras mil visitas más que realiza en solitario la Enfermería  (son curas, tratamiento con antibióticos o el recambio de sondas de gastrostomía, 288 el año pasado, a pacientes normalmente encamados y que no pueden alimentarse por boca). 
Hado funciona de lunes a viernes en turnos de mañana y tarde, y los pacientes son atendidos por la noche, en festivos y fines de semana por el 061. Se reparten el área sanitaria en dos, una vinculada al territorio del Meixoeiro y otra al del Xeral (aunque la base del servicio en este caso está en el Nicolás Peña). La unidad al completo se trasladará al nuevo hospital y estará situada al lado de las Urgencias, con las que comparten un jefe común, Luis Amador.
Para que un paciente pueda entrar en este servicio es necesario que un médico haga una petición de consulta, además de tener un cuidador responsable (puede ser él mismo), un teléfono y un entorno adecuado, y que la persona quiera permanecer en casa porque es voluntario. No es una unidad de cuidados paliativos, aunque también atiende a pacientes de este tipo (personas que ya no tienen cura y a los que evitan su sufrimiento o sus síntomas), sino que la mayoría son personas que tienen cura y a los que se puede atender en casa, por ejemplo con patologías respiratorias, descompensaciones de insuficiencias cardiacas, infecciones de miembros, pacientes en estudio o que requieren la administración de antibiótico durante mucho tiempo y que solo estarían ingresados en el hospital por este motivo. “Están mejor en casa con su familia, tienen más intimidad, pueden recibir a quien quieran cuando quieran, poner en práctica sus aficiones, un hospital es antivida normal. Nosotros controlamos su evolución, ponemos el tratamiento e informamos al médico que lo lleva de cómo está yendo, y al final les damos el alta”, explica Luis Amador. Recuerda a su vez que en el hospital tienen más riesgo de coger infecciones que en el domicilio. El jefe de Hado concluye que es mejor para el paciente y que secundariamente  se liberan camas de hospital para atender a otros pacientes. Es un servicio sanitario que cosecha un elevado nivel de satisfacción entre los usuarios, como demuestran las cartas de agradecimiento que han recibido estos años y en un caso también mencionaron su buen hacer en una esquela de un paciente joven que murió por un proceso hematológico, algo que les llegó al alma y que conservan.
 La mortalidad de estos pacientes fue del 18% el año pasado y procedían sobre todo de Urgencias y Primaria: 321 de Urgencias, 137 de Primaria, 271 de las plantas de los hospitales y 126 de las consultas.
Hado funciona con el mismo personal desde hace años, desde sus inicios, dos equipos en el Meixoeiro y tres en el Xeral.

Te puede interesar