Casi 5.000 desahucios en Vigo desde que estalló la crisis económica

 Las dificultades económicas de los vigueses tras estallar la crisis hace ahora diez años incrementaron el número de desahucios. En total, durante este periodo la cifra de lanzamientos ejecutados por los juzgados de Vigo se sitúa en más de 4.800.
Los procedimientos, sin embargo, han ido registrando un ligero descenso tras duplicarse con la recesión pasando de los 269 ejecutados en 2008 a los 584 de 2010. Durante el año pasado se tramitaron 528 y fueron ejecutados 546 (algunos pendientes del ejercicio anterior).
Si en los primeros años de crisis las ejecuciones hipotecarias referentes principalmente a segundas viviendas fueron lo más destacado,  el pasado año eran los inquilinos morosos objeto de la mayoría de expedientes de tramitación de lanzamiento.
La huelga judicial registrada  a lo largo de tres meses en los juzgados de Vigo mantuvo sin efecto el 80% de estos expedientes, con lo que las estadísticas de los seis primeros meses remitidas al Consejo General del Poder Judicial apenas tienen incidencia. 
El mayor volumen comenzará a ejecutarse antes de finales de año tras retomarse la tramitación con un plan de actuación en junio y recuperarse este mes después del parón de verano.
A los desahucios de alquileres se suman también los de locales y establecimientos, muchos de ellos fruto de la situación de quiebra de grandes empresas que también derivaron en algunos casos de desahucios de viviendas.
La Oficina de Notificaciones y Embargos de Vigo hacía hincapié en que el número de desalojos de viviendas ocupadas en la ciudad es pequeño. La situación creada a raíz de este problema hizo tomar medidas a las administraciones poniendo mecanismos para buscar alternativas a las familias afectadas por una orden de desalojo.
En todo este tiempo la labor de asociaciones como Stop Desahucios ha sido clave. Con más de un centenar de afectados a los que prestan servicio han conseguido paralizar un buen número de desalojos, a través de su equipo jurídico y de movilizaciones sociales, contactos con los propietarios en caso de alquileres y de los bancos cuando se trata de hipotecas para poder negociar.
Su labor todavía no ha terminado ni tampoco el número de casos que llegan solicitando ayuda a su colectivo, implicado con las familias que sufren por la situación económica.