El derribo del hotel y el fin de la concesión del Camaleón marcan el futuro de la playa
La demolición del hotel Samil finalizó por completo en tiempo y forma, tras los tres meses previstos y ya no quedan más que escombros de lo que fue el primer establecimiento turístico de la ciudad. A partir de ahora se iniciará la fase de construcción del nuevo complejo, que nada tendrá que ver con el anterior: serán cuatro cuerpos de cuatro alturas en un modelo más próximo al mediterráneo.
La obra está en marcha con la nueva propietaria, la empresa Attica 21, del grupo Inveravante del empresario coruñés Manuel Jove, que como es conocido construirá un nuevo complejo hotelero en un plazo estimado de 22 meses -no hay fechas oficiales, la firma se reserva el calendario- y con un presupuesto de 21 millones de euros. Tendrá entre 3 y 4 alturas, 125 habitaciones, piscina, spa, sala de convenciones y 102 plazas de aparcamiento. Su apertura cambiará para siempre el entorno de la playa.
Aunque es difícil que llegue a tiempo para salvar el Camaleón, uno de los bares enseña de Samil, que lleva en la playa desde 1985, pero su "vida" se agota: a finales de año finaliza la concesión otorgada por el Concello y no hay ninguna garantía de que vaya a conseguir una prórroga, como esperaban los propietarios del restaurante, uno de los más populares del arenal. En los casos anteriores de fin de plazo administrativo ha habido distintas respuestas desde el ayuntamiento: en el caso de As Dornas, demolición completa sin sustitución; en el hotel Samil se optó por reconstruir otro edificio en el mismo lugar y con otras características y por fin con el histórico Jonathan por renovar la concesión pero con otro estilo y cambios en la edificación existente.
La licencia del Camaleón caduca justamente dentro de diez meses, el 20 de diciembre de este mismo año. ¿Qué va a pasar? A día de hoy, no hay ninguna decisión tomada en el gobierno vigués, así que el restaurante-bar continuará abierto hasta el final de la autorización administrativa siempre que pueda salir del proceso concursal en el que acaba de entrar la empresa propietaria, Camaleón SA.
Según resolución del juzgado de lo Mercantil de Vigo (el número 3 de la provincia), el negocio arrastra un resultado negativo por impagos, a bancos y Seguridad Social sobre todo, que alcanza los 185.000 euros, por lo que acaba de aprobarse un administrador concursal para organizar la suspensión y la firma del convenio con los acreedores. Los actuales titulares de la autorización municipal todavía aspiraban a conseguir cinco años más de prórroga, como se contemplaba en el contrato original.
