La Xunta asegura ahora que los niveles se han estabilizado aunque sigue la baja calidad
El alcalde de Vigo, Abel Caballero, cuestionó ayer los análisis realizados por técnicos de la Xunta que, a su entender, están "mal hechos", y respaldó los de la concesionaria Aqualia, que realiza cada cuatro horas: "el agua es y ha sido siempre potable al cien por cien y se cumplen todos los parámetros", apuntó.
Pero es que además señaló que los resultados siempre fueron en ese sentido, incluso en las muestras analizadas en Coruxo, o en otras zonas, en las que las análiticas de la Xunta reflejaron porcentajes de hierro por encima de lo recomendado.
Caballero señaló que "es la segunda vez" en que los datos de la Xunta y los de la concesionaria son diferentes y concluyó que "los análisis que hace otra institución no son adecuados". "El agua de Vigo es potable y no ha dejado de serlo en ningún momento, y los que siembran dudas, tendrán que decir por qué", subrayó, al tiempo que apuntó que, desde que es alcalde de la ciudad, "el agua siempre fue potable".
"El que hace mal el análisis debe responder por qué", advirtió el alcalde, que ve intencionalidad porque "no es casualidad".
En este sentido reiteró que las actuaciones en esa materia son competencia de la Xunta y criticó la "actitud hostil" de la administración autonómica hacia la ciudad. "El trasvase lo va a pagar Vigo, porque si no, la Xunta no lo hace", auguró.
Por otra parte, el regidor insistió en que, aunque la sequía haya acabado, el trasvase de emergencia en el río Verdugo deben hacerse porque "el problema no está resuelto", y la presa de Eiras sigue siendo insuficiente para abastecer a más de media docena de municipios.
Por otro lado, las muestras que tomaron conjuntamente técnicos de Sanidade y de las empresas gestoras del agua en Vigo y municipios del entorno han arrojado niveles inferiores aunque cercanos al límite de hierro para que el agua deje de ser apta para el consumo humano, explicó ayer la Xunta.
La jefa territorial de la Consellería de Sanidad, Ángeles Feijóo, y la jefa del servicio de control de riesgos medioambientales, Natalia Botana, indicaron en rueda de prensa que los niveles de hierro detectados están dentro de los valores permitidos aunque "muy cerca del límite", lo que da cuenta de la "mala calidad" del agua. Ante los ataques del alcalde, ambas defendieron "la fiabilidad y el rigor" del laboratorio y de los profesionales de la casa, que mantendrán la vigilancia.
