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"El bombero va lleno de adrenalina y solo nota el cansancio cuando apaga el fuego"

Francisco Abreu, el primero por la izquierda,  durante el homenaje que de sus compañeros por su jubilación.
photo_camera Francisco Abreu, el primero por la izquierda, durante el homenaje que de sus compañeros por su jubilación.

Francisco Abreu es vigués por los cuatro costados pero ante todo es bombero. Una profesión a la que llegó hace un cuarto de siglo y con la que mantiene una relación casi religiosa entre la devoción y la entrega.

 En marzo motivos de salud le obligaron a colgar el casco y el uniforme que ha llevado durante todo este tiempo, una decisión que no fue fácil y en la que contó con el apoyo y la amistad de los restantes compañeros, a los que define como "hermanos". En su  historial personal quedan innumerables incendios, rescates y accidentes, entre los que recuerda con especial emoción la explosión del "Cornide de Saavedra", apenas un mes después de haber empezado a trabajar y donde murieron cuatro obreros,   y el incendio de las naves en O Gorxal "donde quedamos exhaustos, destrozados después de horas sin poder parar un minuto para combatir las llamas".

¿Por qué se metió a bombero, le venía de tradición familiar? 
Un poco sí. Mi hermano mayor ya era bombero cuando yo decidí seguir sus pasos. Además, siempre me gustó mucho el deporte y me animó a que me presentara a las pruebas porque merecía la pena el trabajo.

¿Cómo eran las pruebas en aquella época?
Siempre fueron muy difíciles, pero en mi caso y todos los que entramos en aquella tanda, 32 en total, todavía fue peor porque además de las pruebas para entrar, estuvimos dos años y medio como voluntarios, sin cobrar pero yendo al parque todos los días. Después  tuvimos que hacer otras pruebas para ser interinos y tres años después otra para ser fijos. Creo que no se ha dado ningún otro caso igual en el cuerpo.  

¿Qué destacaría de su trabajo como bombero?
Sin lugar a dudas mis compañeros. Siempre hemos estado muy unidos pero a raíz de mi enfermedad -ya me han hecho dos trasplantes- sé que en ellos tengo mucho más que amigos, son hermanos. 

A lo largo de 25 años habrá acudido a extinguir muchos incendios, ¿hay alguno que le impresionara especialmente?
La verdad es que muchos, en algunas ocasiones pasas veinte horas combatiendo a las llamas y cuando quieres subir al coche se te doblan las piernas. Pero quizás me impresionara el caso de unos ancianos que cuando llegamos nos encontramos que vivían en un sitio donde no tenían accesos, vamos, que estaban prácticamente aislados en su casa.  Hubo otro caso que me dejó marca. Fue la explosión en el "Cornide Saavedra", yo llevaba muy poco tiempo en el cuerpo y me impresionó ver aquella escena con los cuerpos quemados y destrozados. Fue terrible.

¿Qué les mantiene en pie cuando están exhaustos?
Un bombero sale del parque con mucha adrenalina. Te lo comes todo y no te enteras del cansancio hasta que terminas. Por otra parte, entrenamos mucho, hay que estar en muy buena forma.

¿Cómo definiría a un bombero?
Alguien a quien le importan los demás  y que tiene como prioridad salvar vidas. Es algo que vives y que no cambiarías por nada. 
¿Cómo ve ahora a los bomberos de Vigo?
Están muy bien preparados, los jóvenes entran en las mejores condiciones. El problema es que no se están cubriendo todas las plazas de los que nos jubilamos. Hay muchos medios materiales y técnicos pero no hay suficientes bomberos.n

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