Las obras durarán cuatro meses y permitirán ordenar un entorno que se encontraba deprimido y sin apenas vecindario
nnn Los escasos vecinos que quedan en el barrio de Ribadavia celebraban ayer la resurrección del entorno con el inicio de las obras de urbanización de una zona que como recordaban ayer se había quedado "abandonada y olvidada". Llevan años quejándose de que el barrio ha ido cayendo en la marginalidad, con okupas en viviendas en ruinas. Algunas de ellas propiedad de las entidades financieras que las asumieron tras el crack del "ladrillo", cuando se planteó la urbanización. El inicio de las obras permitirá recuperar los planes de ordenación.
El pasado mes de septiembre la Gerencia municipal de Urbanismo aprobó retomar el PERI IV-01 San Roque, más conocido como Barrio de Ribadavia, con una partida de 327.729,69 euros para realizar la urbanización de las calles que conforman el barrio, que linda con Pizarro y San Roque. Desde esta semana las máquinas ya trabajan y el entorno ha pegado ya un importante cambio con la eliminación de las hierbas que cubrían las parcelas y la desaparición de las montañas de residuos.
La actuación más importante consiste en la ordenación de sus cuatro calles (dos travesías, Churrera y la Rúa Ribadavia) con redes de abastecimiento, saneamiento y demás servicios, el pavimento y el alumbrado público, primer paso para que Ribadavia se convierta en un barrio moderno. La reforma incluye también la mejora de las escaleras de acceso desde Pizarro.
Según el plan de obras de la Gerencia de Urbanismo, la ejecución de la urbanización tendría que finalizar en cuatro meses.
El presupuesto permitirá el movimiento de tierras, pavimentación e instalación de todas las canalizaciones de telecomunicaciones, servicios y mobiliario urbano y jardinería. Una de las vecinas de Ribadavia explicaba ayer que la sensación era de haber pasado ya lo peor. n
