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Los ángeles de la guarda del tráfico

Adriana Saiáns, coordinadora, y Antonio Carrera, jefe de sala, están al frente.
photo_camera Adriana Saiáns, coordinadora, y Antonio Carrera, jefe de sala, están al frente.

Un total de 99 cámaras controlan las principales vías y cruces de Vigo y envían la información a la más moderna sala de tráfico de Galicia, en el Concello, para tomar decisiones que faciliten el trabajo a los conductores

Los ángeles de la guardia si existen deben ser como los ojos que cuidan cada día de la seguridad de los vigueses en la sala de control de tráfico del Concello de Vigo. Un total de 99 cámaras en la calle envían hasta allí toda la información para que se tomen decisiones clave que permiten que el tráfico circule con fluidez. Por cierto, solo dos nuevas se han instalado en el último año (en Gran Vía con Nicaragua y Gran Vía con Valle Inclán) y otra información contra las fake news: no multan. 

Para el alcalde de Vigo, Abel Caballero, "es la tecnología al servicio de los ciudadanos".
Adriana Saiáns es la coordinadora y Antonio Carrera el jefe de sala, que dirigen un equipo de ocho personas que controlan miles de imágenes al día y mucha información sensible. De hecho tienen comunicación directa con la Policía Local por si se dan situaciones que precisen de intervención en la calle.
La sala cuenta desde hace un par de meses con un nuevo panel, que sustituye al cartel sinóptico con el que durante años han controlado el tráfico en la ciudad. "Esta sala es la más avanzada en tecnología de Galicia", asegura Adriana Saiáns.
El nuevo panel permite tener información en tiempo real sobre la fluidez del tráfico: verde, amarillo o rojo según esté cada tramo. En el mismo panel se controlan 257 cruces, de los que 171 están centralizados, es decir, se pueden controlar desde la sala de tráfico, y otros 86 no centralizado, los que tienen su propia programación y no se puede actuar remotamente, aunque cada vez son menos. Todo ello es posible gracias a una red de fibra óptica que ha mejorado mucho el trabajo de la sala de tráfico del Concello.
Así que desde el primer sótano, donde está la sala, se toman decisiones como el ciclo que debe tener un cruce. Los habituales son el de 75 segundos en horarios nocturno, 90 en horario normal y 110 en hora punta, que son los segundos totales de los que se dispone para regular todo el cruce. "Pero también hay planes especiales, por ejemplo tenemos el plan del fútbol o el plan de playas", explica Adriana Saiáns.
Una curiosidad es cómo se obtiene la información de los paneles que se ven en diferentes puntos de la ciudad y que dan información de cuántos minutos se tarda en llegar a un punto. Pues utilizan la información de dispositivos bluetooth de viajeros que circulan por la ciudad y realizan ese tramo que se quiere analizar "y lo damos en tiempo real sin ningún tipo de identificación personal", precisa.
Junto a todo ello se han ido renovando las cámaras, que ya emiten en calidad K4 con el software más avanzado. En la sala 28 monitores y una gran pantalla de vídeo que se puede configurar a demanda.
Los cruces más importantes y que están más vigilados son el de Gran Vía con Urzaiz, plaza de España, plaza de América y Arquitecto Palacios, porque son las zonas con más tráfico.
Los túneles tienen un tratamiento especial con cámaras que incorporan detección automática de incidentes. Cuando se produce algún hecho anormal, que incluye a la circulación lenta, salta una alarma en la sala de tráfico y graba la incidencia. "Hemos visto personas andando, conductores dando la vuelta y en sentido contrario o un motorista al que se le cayó el teléfono y paró la moto para ir a buscarlo", explica Adriana Saiáns.
La sala de tráfico del Concello tiene 30 años y el jefe de sala, Antonio Carrera, lleva allí desde el principio. "Empezamos con tres cámaras y tuvimos cinco durante mucho tiempo", recuerda. Explica que "la fibra óptica ha reducido las averías e incrementado la velocidad de transmisión, que es más rápido y más fiable que el cable de cobre", precisa. n

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