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Adiós al 'Cruce de los Cuatro Bancos'

La oficina principal en Vigo del Santander estaba hasta ahora en el cruce de los Cuatro Bancos. De momento, cierre y reforma.
photo_camera La oficina principal en Vigo del Santander estaba hasta ahora en el cruce de los Cuatro Bancos. De momento, cierre y reforma.

Ha sido un referente absoluto para Vigo en el último medio siglo, el lugar más céntrico de Vigo, su "city" financiera y punto clave en la ciudad. Pero uno de los cuatro bancos ha cerrado aunque promete volver con otra fórmula

El cruce de los cuatro bancos es historia tras cerrar el Santander su oficina principal en Vigo y trasladar actividad administrativa a la calle del Príncipe que fue sede local del Banesto, una de las entidades financiera que acabaron integrando el actual Grupo Santander. La concentración bancaria ha llevado a dejar edificios vacíos que fueron de Banesto, Central, Hispano y en este caso han optado por utilizar un inmueble reformado e histórico y abandonar su fachada principal en Vigo. Al menos de momento, el banco ha clausurado la oficina a la espera de darle otra actividad. Según explicó a este diario un portavoz del Santander, se hará una reforma completa y en unos meses volverá a abrir ya con otro modelo, denominado "Smart-Red", de información a clientes y otros usos. 

EL PRIMER BANCO
El Santander fue el último en unirse a los Cuatro Bancos. El primero en abrir sede en el cruce entre Colón, García Barbón y Policarpo Sanz fue el hoy Banco Pastor cuando se llamaba Banco de Vigo. Se trata de un hermoso caserón, la obra más ambiciosa de Gómez Román, autor de la Panificadora, que incluye esculturas inquietantes en la fachada, entre ellas un faraón. Fue construido hace casi un siglo, entre 1919 y 1923, y el Banco de Vigo se convertiría en los años setenta en el Banco de Galicia y éste a su vez en el Banco Pastor, que ahora forma parte del Popular. De momento, ahí sigue. Según el arquitecto e historiador Jaime Garrido, en el edificio se destacan dos cuerpos más elevados, que sobrepasan la línea de cornisa, y que se corresponden con las dos entradas del bajo comercial: el del chaflán (entrada Banco Pastor) y el situado en la calle Policarpo Sanz (Fundación Barrié). En la clave de los grandes vanos de arco semicircular se presenta la cabeza de Hermes, el dios del comercio, y por encima de la cornisa cinco figuras que representan los cinco continentes de la tierra, con los que el Banco de Vigo estaría dispuesto a comerciar.
EL SEGUNDO
El segundo en levantarse fue otro edificio monumental, la sede central de la Caja de Ahorros Municipal de Vigo, durante un tiempo Novagalicia y hoy Abanca, pero con menor categoría: ya sólo como oficina principal en Vigo. En granito rosa y desarrollado en dos etapas, correspondiendo la primera parte a los años cincuenta y la segunda a los sesenta. 
Según se encuentra, el proyecto surge en agosto de 1948 pero sería unos años más tarde cuando se le encarga el proyecto definitivo a Gaspar y José Zarazaga y Manuel Romero Aguirre, con participación de Antonio Cominges Tapias. Este arquitecto realizará el primer proyecto para la fachada frontal de la calle García Barbón. A finales de 1951, la Junta de Gobierno de la Caja aprueba el proyecto definitivo del edificio. Las obras se adjudican a la casa Rodolfo Lama.
En el pórtico de la calle García Barbón se colocaron cuatro figuras que representan el ahorro, el trabajo, la justicia y la tradición familiar. La escultura que corona la confluencia de García Barbón y Colón simboliza el Ángel tutelar del ahorro.
EL TERCERO
El tercero en llegar sería el Banco de Bilbao, hoy BBVA, fruto de la fusión con el Vizcaya y Argentaria. Su aterrizaje en la esquina  a mediados de los sesenta supuso una pérdida irreparable para Vigo al aprobarse la demolición del edificio Rubira, uno de los más hermosos de la ciudad, algunas de cuyas piedras acabaron en fincas privadas.  De nuevo Jaime Garrido y el "Vigo que se perdió" anota que el 5 de diciembre de 1964 la propietaria del edificio Isidora Sánchez de la Riva vende la finca a la Inmobiliaria El Arenal SA, de Bilbao. El alcalde Rafael Portanet no sabía lo que significaba la protección del patrimonio. No había normativa que protegiera los bienes arquitectónicos y urbanísticos ni catálogo de edificaciones a conservar. Nada. Según los documentos aportados al Ayuntamiento no existe edificación a demoler. Tras varios aplazamientos, la Comisión de Gobierno se reúne el 4 de octubre de 1967 y concede la licencia a El Arenal S.A. para construir un edificio de viviendas y locales con proyecto de Francisco Hurtado de Saracho. Jaime Garrido: “Este hecho, más que suficiente como para tomar medidas conducentes a evitar que se repitiera, no debió inmutar a los gobernantes municipales, porque se continuó con los derribos e incluso el Plan de Ordenación de 1971 no sólo no lo impedía, sino que lo favorecía, al permitir edificar en altura según el ancho de la calle. Existía total falta de sensibilización para con el patrimonio arquitectónico y la propiedad era prácticamente sagrada”. BBVA se planteó en 2001 reconstruir la fachada del Rubiera, pero finalmente lo descartó por inviable.

Y EL CUARTO
Casi al mismo tiempo aterrizaba el Santander en la esquina que había quedado libre al otro lado de la calle, donde se levantaba un edificio histórico de cuatro pisos. También se derribó para construir otro de nueve y crear la esquina de los Cuatro Bancos, aunque a un alto coste. n

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