Un hombre acusado de violar y robar a una prostituta a punta de navaja en Vigo ha negado hoy los hechos y ha alegado que acordó con la mujer dos servicios sexuales y que se quedó con su dinero porque se sintió "estafado y engañado" cuando ella no quiso mantener el segundo encuentro pactado.
Durante la vista oral celebrada en la sección quinta de la Audiencia de Pontevedra, el ghanés John E. también ha negado que utilizase "amenazas o coacciones" y se comportara con violencia, ya que solo "alzó la voz" cuando la mujer se negó a mantener relaciones sexuales tras haber abonado el dinero.
Según su versión, ella accedió a este segundo encuentro cuando le prometió que le devolvería el dinero al finalizar.
Ha manifestado además que la víctima presentó la denuncia con intención de obtener beneficios económicos a su costa.
En el escrito de la acusación, la Fiscalía imputa a John E. un delito de agresión sexual y otro de robo con intimidación, cuyas penas suman trece años de prisión.
El Ministerio Público pide además que la víctima sea indemnizada en concepto de daños morales con 6.000 euros; peticiones a las que se ha adherido la acusación particular.
El escrito expone que el 7 de abril de 2010, en las inmediaciones de la calle Jacinto Benavente de Vigo, el acusado acordó con una mujer mantener relaciones sexuales completas a cambio de 20 euros y que, tras finalizarlas, John E. instó a la prostituta a mantener nuevamente relaciones sin que mediara precio.
Al negarse la mujer, el procesado sacó una navaja y, con ella, amenazó de muerte a la víctima para conseguir su propósito, solicitando además que ésta le entregase todo el dinero que portaba en ese momento, un total de 30 euros.
Horas después, John E. fue detenido por efectivos policiales en la calle Camelias, donde otra prostituta solicitó ayuda a unos viandantes al verse atacada sexualmente por el acusado, un hecho que no fue denunciado finalmente.
La víctima, que hoy ha prestado declaración tras un biombo, ha afirmado que tan solo cobró por adelantado un servicio sexual y que, una vez terminó, el acusado la amenazó de muerte con una navaja, motivo por el cual accedió a mantener un segundo encuentro sexual en contra de su voluntad.
Tras el suceso, la prostituta pidió ayuda a unos operarios de limpieza que se encontraban realizando sus labores en las inmediaciones y que, en su declaración, han corroborado que se encontraron con la mujer "semidesnuda" y denunciando que había sido violada por un hombre de color que caminaba tras ella.
Uno de ellos incluso ha concretado que el varón, al acercarse, hizo ademán de intentar golpearla al escuchar que ella lo acusaba pero que, finalmente, se fue andando sin mediar palabra.
John E., que reside en España desde hace nueve años, ha aclarado además que el encuentro con la prostituta fue un "caso puntual".
Ha manifestado así que, como hombre, "de vez en cuando necesito sexo", a pesar de tener en su país mujer e hijo a los que afirma "tener en mente". EFE
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