El número de ejemplares y crías aumentó en los últimos años en O Morrazo coincidiendo con la creciente presencia de la velutina
nnn La avispa velutina invade el territorio gallego desde hace casi siete años y los investigadores continúan en la búsqueda de una solución con la que hacerle frente en la lucha contra una especie invasora que ya ha producido varias muertes en 2018. Un ave rapaz parece ser la mejor baza que encuentran los científicos para reducir la población de avispas asiáticas: el abejero europeo. Esta especie migratoria se establece en Galicia durante cerca de siete meses al año, siendo ''el lugar en el que nace, se cría y vive'', reconoce José Manuel Fernández Pereira, investigador de la Universidad de Alcalá de Henares.
El experto participa hoy en una charla sobre servicios ambientales en la Casa da Cultura de San Xulián en Marín, organizada por la Asociación Labecos. En su intervención, el investigador pondrá en valor al abejero europeo gracias a los datos recogidos en su estudio. Fernández Pereira asegura que el abejero europeo es un ''aliado en esta lucha'' ya que basa su alimentación principalmente en los himenópteros –familia a la que pertenecen las abejas, abejones y avispas-, contando con una presencia cada vez mayor en lugares de la provincia como O Morrazo y O Salnés, comarcas analizadas en su investigación. El abejero se establece sobre todo en el tercio norte peninsular, pero en Galicia, explica José Manuel Fernández, se registraron en los últimos años en torno a 1.200 parejas reproductivas, ''unos números no muy abundantes'' frente a las cerca de 150.000 que hay en todo el continente europeo.
El estudio que realiza en el Departamento de Ecología de la Universidad de Alcalá de Henares analiza la alimentación de estas aves, para conocer si la avispa asiática entraba dentro de la alimentación del abejero: ''Colocamos cámaras en los nidos, que suelen estar a 20-30 metros de altura en pinos y eucaliptos. Cada vez que un abejero adulto entraba en el nido se sacaban fotografías automáticamente, por lo que recogimos cerca de 66.000 imágenes. De todas ellas, 530 se corresponde con el aporte de alimentos a las crías, que nos puede servir para saber qué tipo de himenópteros están utilizando como sustento en O Morrazo''.
Tras el análisis de las fotografías, el equipo de investigación en el que participa José Manuel encontró datos muy reveladores: el 70% de los panales que los ejemplares de abejero europeo llevaban hasta el nido son de celdas grandes, los cuales se corresponden exclusivamente a dos especies, la avispa común y la avispa velutina. ''Tanto en la mano como en la cámara es imposible certificar que se traten de nidos de avispa asiática, por lo que es necesario realizar un examen molecular que ya estamos realizando en laboratorios de Madrid'', indica.
Más parejas y crías en galicia
José Manuel Fernández se muestra confiado en que en la dieta del abejero europeo esté entrando la velutina debido a varios factores que también se están analizando desde la Universidad de Alcalá de Henares. ''Cuando recogemos lo panales siempre nos encontramos con la presencia de avispas adultas junto a los panales y suelen ser de la especie velutina. También se quedan larvas en un estado avanzado de crecimiento en el interior de las celdas que recogemos y se trata de la avispa asiática'', afirma el experto, quien también recuerda que ante la mayor presencia de este insecto invasor la población de esta ave rapaz ha vivido un aumento en los últimos 15 años.
''Desde 2004 a 2014, en O Morrazo ha habido un crecimiento de 1,2 parejas por año, pero a partir de ese año, el número de adultos se ha duplicado, una tendencia que se repite en el número medio de crías por pareja, que sube de 1,1 antes de 2014 a 2 ejemplares en los últimos años'', apunta José Manuel.
La migración de estas aves es inevitable durante los meses de invierno, cuando se desplazan hasta África. En su vuelta a España, el abejero europeo comienza su época de cría, coincidiendo con la proliferación de las especies de las que se alimenta. n
