La Asociación de Apoio á Infancia e a mocidade (Arela) lleva a cabo el seguimiento de medidas judiciales a menores infractores en régimen abierto.
Su director, Julio Barreiro, asegura que “de cada cien adolescentes a los que hacemos seguimiento, 80 no vuelven a reincidir”. Según explica, hay diferentes medidas judiciales que se les aplican a los menores según el delito cometido, entre ellas los trabajos en beneficio de la comunidad, o la libertad vigilada, “la que más nos gusta porque nos permite conocer a los adolescentes, su entorno, el ámbito en el que se mueven, su familia e intervenir para conseguir el objetivo de no reincidencia”.
Un equipo de profesionales de once personas se encarga de trabajar con estos jóvenes, más de un centenar durante el año pasado en toda la provincia. El director asegura que “tratamos a cada uno de ellos e intervenimos de forma positiva. Nada tiene que ver con la imagen distorsionada de tensión que equivocadamente se difunde, al contrario”.
Barreiro hace hincapié en que en el caso de menores, incluso el proceso judicial se desarrolla hacia la reinserción, “es muy garantista y permite trabajar directamente con el infractor”.
Asegura, que la mayoría de los delitos son efectivamente robos, agresiones o violencia hacia los padres y que apenas se dan casos graves. Aunque no existe un perfil, ya que “nos encontramos todo tipo de jóvenes no sólo de familias desestructuradas como podía pensarse, la edad que más se repite suele ser los 17 años. Es una edad complicada, fuera o plena formación o bien es busca de trabajo hay un alto riesgo de exclusión social”, explica.
Arela se vuelca también en la prevención, sus programas para informar sobre la Ley del Menor a estudiantes de la ESO ha alcanzado ya a más de 28.000 jóvenes, “les informamos, hacemos talleres y actividades para que tengan un conocimiento real de esta legislación”, asegura.
