El estudio realizado por el Instituto Galego de Estatística (IGE) sobre la esperanza de vida de los gallegos confirma una longevidad cada vez mayor tanto en hombres como en mujeres y también por territorios de forma notablemente homogénea.
El avance desde 2000 hasta 2016, el último dato certificado, resulta llamativo e importante: en apenas 16 años se ha incrementado la media total en Galicia en tres años, colocándose en 82,7 la esperanza media de vida desde el nacimiento. Contando a partir de los 65 años, que es un indicador más preciso, sube hasta más allá de los 86, con un añadido de dos años desde 2000.
En el caso de Vigo y la provincia de Pontevedra, la media al nacer se sitúa en prácticamente 83 años, siendo las mujeres más afortunadas al alcanzar los 86, frente a los 79,6 de los hombres, más de siete años de diferencia, una brecha que sin embargo comienza a reducirse. Desde 2000, la esperanza de vida de los hombres se ha incrementado en cuatro años, pasado de 75,6 a 79,6, mientras que las mujeres subieron tres más, desde 83 a 86. En cuanto a la expectativa a partir de los 65, que ya no incluye fallecimientos de jóvenes por accidentes y otros que bajan algo la media y la distorsionan, la media en Vigo y provincia creció desde 81,8 a 89,2, de nuevo acortando distancia: dos años y medio para hombres y dos para las mujeres. Además, hay un tercer indicador donde las cifras ya son similares para ambos sexos, a partir de los 80 años: 9,5 años de esperanza para los vigueses y 10,8 para los vigueses.
En Galicia, son las ourensanas las que tienen una mayor longevidad, al llegar de media a los 86,2 años y a los 88,8 contando desde los 65. n
