Valencia ya dispone de su Ruta de la Seda y Galicia planea otra bien diferente

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Valencia ha sido durante 2016 ‘Ciudad de la Seda’, un honor que ha supuesto para esta urbe su inclusión en la conocida como la Ruta de la Seda. Este programa tiene un fuerte componente cultural, potenciado por organizaciones como la UNESCO, y rememora la milenaria red de caminos comerciales que unió el Lejano Oriente con el Mediterráneo durante los tiempos de Marco Polo. Aunque en Galicia últimamente resuena otra clase de Ruta de la Seda, como luego veremos.

Los inicios de este proyecto se remontan a 1987 cuando la UNESCO puso en marcha diferentes expediciones para el estudio de esta mítica red de comunicaciones. Por su parte, el programa de la Ruta de la Seda de la Organización Mundial de Turismo (OMT) se emprendió en 1993, aunque España tuvo que aguardar hasta 2015 para ser incluida como el 32º Estado Miembro en el programa. Una solicitud que realizó el Ministerio de Industria, Energía y Turismo a través del Centro Unesco València-Mediterráneo y la Universitat de València.

Tal efeméride ha servido para confeccionar un itinerario urbano de la Ruta de la Seda por el centro de la ciudad de Valencia que recorre la Lonja de la seda, el Mercado Central, el Palau Tamarit, el Centro de Artesanía y el Colegio Mayor del Arte de la Seda.

Lo cierto es que esta celebración ha contribuido a mejorar la oferta turística de la ciudad pues muchos turistas han usado de excusa esta celebración para acudir a Valencia. Si bien es cierto que Valencia ha mejorado sus cifras de turismo en el último año, la mayor parte de sus visitantes procede del resto del territorio nacional: un 77 %. La segunda nacionalidad (12 %) más atraída por sus reclamos turísticos es la inglesa. Por lo tanto, parece obvio que la capital del Turia tiene que esmerarse por mejorar su proyección internacional.

También en los últimos meses en Galicia se ha hablado mucho al respecto de una nueva Ruta de la Seda, aunque ésta poco tiene que ver con la que impulsa la UNESCO, pues se encuentra auspiciada por el mismo gobierno chino.

El megaproyecto conectaría Europa con China tanto por tierra como por mar y la aspiración de China es que esté culminado hacia 2025. Para ello, ha destinado 40.000 millones de dólares, además de suscribir acuerdos de construcción y préstamos en Asia Central de cerca de 54.000 millones de dólares.

En lo que respecta a Galicia, ésta ya ha comunicado a las autoridades chinas su interés en el proyecto y ha recalcado su excelente situación geográfica en Europa, además de sus magníficas condiciones para el tráfico marítimo. También ha mencionado infraestructuras como el tren de alta velocidad que permitirá mejorar su conexión con el resto de Europa.

En suma, la Ruta de la Seda vuelve a estar de plena vigencia ya sea por unas razones o por otras, aunque habrá que aguardar a 2025 para ver los primeros frutos de este ambicioso proyecto chino que puede repercutir tanto en la economía gallega.

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