Sociedad

La industria del móvil se da un baño de nostalgia en el MWC

photo_camera Nokia presentó, 17 años después, una nueva versión de su icónico e indestructible terminal 3310.

Grandes pantallas, cámaras dobles o el 5G, las principales innovaciones en la jornada previa

nnn Grandes pantallas de alta resolución, cámaras dobles y hasta conectividades 5G han sido las principales innovaciones de teléfonos desveladas ayer en Barcelona, donde la industria móvil se dio también un baño de nostalgia gracias al regreso del icónico Nokia 3310.
Los móviles brillaron en la jornada previa al arranque del Mobile World Congress (MWC), un día en el que Huawei, LG, Samsung, Nokia, ZTE y Lenovo-Motorola enseñaron sus novedades. 
En los últimos años, el protagonista del domingo fue el Galaxy S, dispositivo insignia de Samsung, pero el S8 no se ha dejado ver por Barcelona, ya que la tecnológica surcoreana decidió posponer su lanzamiento después del escándalo de las baterías del "phablet" Note 7 que retiró por el riesgo de ignición. Samsung sí mostró una tableta (Galaxy Tab S3), un convertible (Galaxy Book) y una nueva edición de sus gafas de realidad virtual Gear VR con mando, dejando que los teléfonos estrella de Huawei y LG se disputen el puesto de honor de la jornada.
Tanto el LG G6 como el Huawei P10 -que llega en dos formatos- cuentan con un sistema de doble cámara trasera, grandes pantallas (5,7 pulgadas en el caso del terminal surcoreano y 5,5 y 5,1 en los de los chinos) y cuerpo de metal. Mientras LG puso el foco en la pantalla, que ocupa casi toda la superficie del teléfono, y en la facilidad de utilizar el terminal con una sola mano gracias a la reducción máxima de sus marcos, Huawei incide en las capacidades fotográficas de sus P10 -cuyas cámaras frontal y trasera llevan la firma Leica-.

reedición del icónico 3310
¿Pero quién dijo que la industria tecnológica sólo mira hacia el futuro? La nostalgia se ha colado en los días previos a este Mobile World Congress el que algunas marcas miran con melancolía su pasado vigoroso. Es el caso de Nokia, que llegó a Barcelona con una reedición de su icónico e indestructible 3310, ese móvil que tantos tuvieron hace 17 años.
La nueva versión, que regresa con el mítico juego de la serpiente y costará 49 euros, será más delgada, tendrá pantalla a color, cámara y carcasas coloridas, pero seguirá con su clásica conectividad 2G -para aquellos que deseen huir del mundanal ruido digital- y una autonomía de 22 horas de conversación, que se extenderá hasta un mes entero en modo reposo.
Blackberry -cuya marca está ahora en manos de la china TCL- se ha dejado contagiar también por el espíritu de que cualquier tiempo pasado fue mejor y trajo al MWC un teléfono con teclado físico, eso sí, con pantalla táctil y sistema operativo Android.
Y del pasado, Barcelona viajó a la celeridad del futuro con ZTE, que desveló el Gigabit Phone, el primer teléfono inteligente con tecnología 5G, capaz de alcanzar una velocidad de descarga de hasta 1 gigabit por segundo (Gbps) -diez veces más rápida que la actual red LTE-.
Por último, Lenovo y Motorola presentaron sus Moto G5 y Moto G5 Plus, dos terminales de gama media con prestaciones avanzadas de pantalla, cámara y batería.
La reivindicación medioambiental tuvo también su hueco: Greenpeace desplegó una pancarta e interrumpió momentáneamente el evento de Samsung para pedir un modelo más racional de consumo de tecnología -en el que se puedan reparar y reutilizar los terminales- y exigir a la compañía surcoreana que presente un plan de reciclaje del retirado Note 7.
Con todas las novedades móviles anunciadas ayer, el MWC se dedicará desde hoy hasta el jueves a analizar los futuros retos de la industria tecnológica, entre ellos la implementación de las redes 5G, la inteligencia artificial o el internet industrial.n

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