Indica que desde 1965 se ha apreciado una disminución del crecimiento en la fase de preengorde del mejillón cultivado en la ría del 20%

Greenpeace despliega una pancarta bajo una batea en la Ría de Arousa para denunciar los efectos del cambio climático

Dos miembro de Greenpeace portan una pancarta bajo el mar en la que puede leerse 'Pechado por cambio climático'. (Foto: EFE)
Activistas de Greenpeace procedentes del barco 'Rainbow Warrior' denunciaron con una pancarta colocada en una batea en la Ría de Arousa (Pontevedra) que los efectos del cambio climático sobre la producción de mejillón y otros sectores de la economía ‘son ya una realidad’.
Así, buceadores de Greenpeace han desplegado pancartas con el mensaje 'Cerrado por cambio climático' en castellano y gallego debajo de una batea mejillonera en aguas de O Grove, en la bocana de la Ría de Arousa. Científicos del Instituto de Investigaciones Marinas de Vigo y propietarios de mejilloneras han acompañado a los activistas de Greenpeace.

La organización ecologista señala al sector mejillonero como ‘una de las víctimas de los efectos del cambio climático en España’ y pide compromisos políticos para frenarlo.

El 'Rainbow Warrior' está realizando un tour por diversas zonas del litoral español en calidad de ‘embajador del clima’ para concienciar a la ciudadanía y demandar a los responsables políticos soluciones urgentes para combatir el cambio climático.

Según recordó la organización ecologista, científicos han detectado que la modificación del régimen de vientos que soplan sobre la plataforma continental, como consecuencia del cambio climático, ‘tiene un efecto directo’ tanto sobre el crecimiento del mejillón como sobre la recurrencia de las proliferaciones de microalgas nocivas (mareas rojas) ‘que obligan al cierre de las bateas y retardan la recogida y comercialización del mejillón en Galicia’.

CRECIMIENTO

Desde 1965 hasta la actualidad se ha apreciado una disminución del crecimiento en la fase de preengorde del mejillón cultivado en la Ría de Arousa del 20 por ciento.

En el mismo periodo, según resaltó, se ha observado que se duplicó el número de días que no se puede extraer mejillón por la presencia de mareas rojas. Los científicos afirman que la causa de estos cambios ‘es la reducción significativa’ en los últimos 40 años en la duración e intensidad (una reducción del 30% en duración y 45% en intensidad) de los vientos que hacen posible la renovación de las aguas en las Rías Baixas y ‘condiciona la productividad de las aguas y el tiempo de duración de las mareas rojas’.

‘El sector mejillonero sabe ya que el cambio climático conlleva pérdidas económicas’, sostuvo el responsable de la campaña de bosques y clima de Greenpeace, Miguel Angel Soto. ‘Las predicciones no son nada optimistas. Habrá más mareas rojas y aumentarán los periodos en los que no se puede recoger el mejillón por lo que o tratamos el problema del cambio climático de manera urgente o más sectores estratégicos como éste sufrirán grandes pérdidas’, apostilló.

Greenpeace demanda al Gobierno español que apueste por la reducción interna de emisiones y aporte los 2.700 millones de euros que le corresponden por su responsabilidad en la crisis climática.

‘El nuevo modelo de crecimiento sostenible de Zapatero sólo tendrá futuro si se basa en una economía baja en carbono. No se podrá salir de la actual crisis económica si no combatimos a la vez la crisis ambiental’, concluyó Miguel Angel Soto.

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